El Presidente Donald Trump firmó un memorando arancelario, que ordena a sus asesores que elaboren nuevos niveles arancelarios para otros países del mundo.
De acuerdo con el New York Times, tendrán en cuenta los gravámenes que otros países imponen a Estados Unidos, pero también los impuestos, subsidios y otras conductas que el Presidente considera injustas.
«He decidido, por razones de equidad, que cobraré un arancel recíproco«, dijo Trump en la Oficina Oval durante la firma de la proclamación. «Es justo para todos. Ningún otro país puede quejarse».
La Administración republicana de Trump ha insistido en que sus nuevos aranceles nivelarían el campo de juego entre los fabricantes estadounidenses y los competidores extranjeros, aunque estos nuevos impuestos probablemente serían pagados por los consumidores y las empresas estadounidenses ya sea directamente o en forma de precios más altos.
La política de aranceles podría fácilmente volverse en contra de Trump si su agenda aumenta la inflación y frena el crecimiento, lo que la convierte en una apuesta de alto riesgo para un Presidente ansioso por declarar su autoridad sobre la economía estadounidense.