Pemex adquirió cuatro desaladoras por las que pagó 28 millones 242 mil dólares, las cuales no están en uso para retirar el exceso de sal del crudo que se inyecta a la nueva refinería de Dos Bocas.
El contrato para la adquisición de los equipos se firmó en noviembre de 2019 y el proveedor fue la empresa Cameron México, perteneciente a SLB (antes Schlumberger).
Sin embargo, ese contrato sufrió 22 modificaciones, que representaron un pago adicional de Pemex, según un listado de los convenios.
El proceso de separación de agua y aceite no se está llevando por falta de los tanques e intentar procesar el crudo con exceso de sal dañaría los equipos, aseguró Ramsés Pech, socio de Grupo Caravia.
Aunque la extitular de la Secretaría de Energía (Sener) Rocío Nahle presumió la llegada de dichos equipos para la Refinería Olmeca en un video de 2021, eso no ha impedido que el complejo ubicado en Tabasco registre problemas por el exceso de sal en el crudo.
Esto se ha convertido en otro reto para la operación del complejo, pues de seguir intentando procesar el petróleo con la sal, se tendrá un deterioro de los equipos como resultado de la corrosión, advirtieron expertos.
Si bien dentro de la Refinería Olmeca se cuenta con las desaladoras, ese es sólo uno de los pasos del proceso que se debe seguir para eliminar la sal del petróleo.
El primer paso implica que el crudo, tras llegar de su extracción, se debe almacenar en unos tanques para que, por efecto de la gravedad, inicie la decantación del agua, lo que permite ir eliminando el agua y la sal del hidrocarburo.
Sin embargo, en la Refinería no instalaron dichos tanques, pues, según expertos, la lógica era ahorrarse esos equipos y aprovechar los que ya se tienen en la Terminal Marítima de Dos Bocas, pero el tiempo que ya tienen en operación y el deterioro generado, no permite que el proceso inicial se realice de la mejor manera.
Ramsés Pech, socio de Grupo Caravia, explicó que los crudos tienen de origen una cantidad de sal y agua que se debe eliminar por medio de una decantación, lo que ya se hacía en los tanques de la Terminal Marítima desde hace tiempo, pero que ya no funciona de manera óptima por falta de mantenimiento.
«Muy probablemente el mantenimiento que se le tiene que hacer a los equipos no ha sido el adecuado y debe haber algunas plantas de esta separación que esté fallando y no están teniendo la eliminación de sal de acuerdo con lo que se espera, porque se tiene que cumplir un porcentaje para entrada del crudo a la Refinería, ya que en la Refinería no se puso ese equipo.
“Ya no se puede hacer nada en Dos Bocas porque es una refinería en la que ya no hay espacio para poner los tanques que acondicionen (el crudo) y se pase a la planta desalinizadora; ahora hay que ver qué plan tienen para Dos Bocas», puntualizó.
Pech también destacó que uno de los principales problemas que pueden generar daños en los equipos de la refinería tabasqueña es que el crudo que se procesa en México es muy pesado, mientras que el diseño del complejo se hizo para procesar crudos más ligeros.
En otro video, de agosto de 2022, Nahle expuso que el paso del crudo por las desaladoras es una de las primeras etapas de la refinación, para luego entrar a la planta combinada, que es donde se destila el petróleo para la separación de los componentes y así obtener naftas, destilados intermedios y gasóleos.
No obstante, pese a contar con las desaladoras, la presidenta Sheinbaum ha reconocido que dentro de la Refinería se han presentado complejidades por la salinidad del petróleo, pero aseguró que el problema «ya se atiende» para evitar daños en los equipos.
«Son muchas causas. Hay maneras de hacerlo, hay distintos químicos que ayudan a esto, además de un proceso físico, y se está trabajando en ello para que no haya el problema de la entrada de crudo con sal, que sí puede dañar la refinería».
«La Refinería Olmeca hoy tiene un pequeño problema del crudo, que tiene problemas de salinización, pero está terminada», dijo la mandataria federal en sus conferencias matutinas del 4 y 5 de febrero, respectivamente.
Una semana después, en su mañanera del 12 de febrero, Sheinbaum prometió que el problema se resolvería en 10 días.
«Es coyuntural y, además, hay manera de resolverlo. Hay mecanismos técnicos que permiten quitarle el agua, quitarle la salinidad y que puedan entrar a cualquier refinería. Y eso es lo que está haciendo Pemex», dijo.
«En particular, lo que suministra a la Refinería Olmeca estaba teniendo ese problema», reconoció. «Ayer me mostraron la gráfica; están a punto de resolverlo en los próximos 10 días».
Por su parte, Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, aceptó que el contenido del crudo no tiene la calidad requerida.
«Sí, efectivamente, nosotros tenemos un problema concretamente, muy coyuntural de sal y agua. El crudo acuérdense que sale de los yacimientos, sale con agua y entonces, sale con sal, mucha sal. Entonces, lo que hay que hacer es poner productos químicos para desalar y deshidratar, para tener las especificaciones adecuadas de la calidad del crudo», comentó.
«Pemex Internacional tiene una serie de contratos de exportación y especificaciones muy precisas de contenido de sal, contenido de agua, de sílice, de otros metales pesados y demás, que nosotros controlamos porque es un producto comercial como cualquier otro. Es como vender cualquier otro producto, tiene que estar en la calidad requerida», refirió.
El director de la petrolera estatal aseguró que ya están «muy cerquita» de las especificaciones.
«Últimamente se han estado quejando un poco de la calidad de sal y agua que trae. Es en el último mes, en el último mes, empezó a finales de diciembre. Ya lo estamos controlando, efectivamente, el contenido ha bajado muchísimo, ya estamos muy cerquita de las especificaciones.
«Y es coyuntural. No nos ha rechazado ningún barco, eh. O sea, sí se quejan, dicen: ‘no, este trae oye’. Entonces, se penaliza con centavos, en centavos del precio, y siempre es objeto de negociación», reconoció.
Una fuente con conocimiento del tema, que solicitó el anonimato, aseguró que este problema se originó desde la planeación del complejo en la administración anterior, que tomó como base la Refinería Bicentenario, que se pretendió construir en el sexenio de Felipe Calderón.
Otra fuente aseguró que la Refinería de Dos Bocas no tiene los tanques para hacer el desalado del crudo.
«Las razones por las que el presidente anterior (Andrés Manuel López Obrador) tomó la decisión equivocada de hacer la Refinería en ese lugar (Dos Bocas) era porque en la Terminal Marítima de Dos Bocas había 11 tanques y ellos dijeron: ‘pues nos ahorramos la tanquería esa y ahí hacemos todo lo relativo al deshidratado de crudo y ya no le damos esos tanques a la refinería, ni los de almacenamiento’.
«Pero esos 11 tanques reciben toda la producción de la sección marina noroeste y suroeste y llevaban el crudo para distribuido a las refinerías, el crudo se manejaba ahí, pero esa terminal ya tiene más tiempo que la refinería y empezó a tener problemas de corrosión en los tanques y de los 11 no todos están habilitados», puntualizó.
Explicó que para hacer el desalado del crudo se necesita tiempo de residencia, es decir, que esa mezcla del crudo que trae agua, sales y otros materiales, requiere dejarse en asentamiento para que el agua, que es más pesada que el crudo, se vaya a fondo y así poder hacer la operación de deshidratado, lo que no se hace con tiempo suficiente en los tanques de la Terminal Marítima.
«No se ha hecho el trabajo adecuadamente, los tanques no tienen las facilidades para hacer toda la operación como debe hacerse. El crudo de Dos Bocas (y de todas las refinerías) no tiene la calidad adecuada; cuando tienes exceso de sal en el crudo se forma ácido clorhídrico y cubre las columnas y tuberías, y eso pasa en todas las refinerías porque no se tiene el crudo que debería de ser y genera corrosión», puntualizó.
Retomado de Reforma