Por Lyneth Santiago
El estado de Veracruz ha sufrido al menos 20 incendios forestales graves, que no solo afectan a la flora y la fauna, sino también, a los ciudadanos por la pérdida de viviendas y por las intensas olas de calor que han habido. Pero la situación es cada vez más preocupante en regiones como Barranca Grande.
Los ambientalistas han cerrado las carreteras, han pedido apoyo, han gritado por ayuda, y las autoridades se mantienen en silencio.
Alto al fuego en las montañas
12 del día y las compras ya habían cesado, la gente caminaba de aquí allá como si nada pasara, los camiones seguían su curso y el calor parecía quemarte. Uno a veces cree que no pasa nada a su alrededor, cree que todo está bien, pero allá, donde nuestra atención no llega, el verde se vuelve cenizas.
El bullicio de una multitud logró captar mi atención mientras esperaba el camión de regreso a casa, y cuando me di cuenta, la calle Enríquez ya estaba cerrada. Era como una señal de que debía ir a ver qué era lo que pasaba en Plaza Lerdo.
Cuando llegué, alrededor de 80 -o más- jóvenes se encontraban frente a palacio de gobierno con pancartas en mano, gritando consignas y exigiendo a Cuitláhuac García, Gobernador de Veracruz, que brindara apoyo a las zonas afectadas.
Jóvenes que entienden la gravedad de la situación que está sufriendo el estado, y que conocen las consecuencias que están repercutiendo en el medio ambiente. Todos observaban, grababan, algunas personas comentaban que aunque hicieran su bullicio, ¿de qué les iba a servir?
Entre los aspectos a destacar, los estudiantes recordaron al gobernador que esta NO era una lucha partidista.
Consignas como: “Sin justicia ambiental, no habrá justicia social”, “Estudiantes, unidos, jamás serán vencidos”, “No es incendio forestal, es negligencia ambiental” y “Cuitláhuac García, maldito ecocida”, eran algunas de las frases que los jóvenes gritaban con rabia, con reproche, con ganas de ser notados y buscando que se hiciera algo con los incendios forestales.
El sonido de una guitarra de fondo era quien los acompañaba en cada grito mientras luchaban, no importaba cuán cansados, sedientos o acalorados estuviesen, no tenían planeado irse pronto.
Después de algunos minutos, una joven habló por el altavoz para dar un discurso dedicado al Gobernador:
“Estamos pidiendo un alto a los incendios en Veracruz, somos estudiantes de la universidad organizados para la lucha por la vida. Reconocemos el profundo entramado socio-ambiental que nos atraviesa. Por lo que, sin justicia ambiental, no habrá justicia social. Nos organizamos para el cuidado del territorio y del territorio de la tierra. En estos momentos están agonizando nuestras montañas, montañas que abastecen de agua la ciudad de Xalapa y aledaños. Buscamos la sensibilización con la vida que nos sostiene y con todo el entramado eco-sistémico del que formamos parte. Las montañas del territorio de Puebla y Veracruz están ardiendo y nuestra sustentabilidad depende de ellas.”
Las demandas que exigieron, fueron las siguientes;
- Acciones contundentes del gobierno estatal y federal para detener los incendios.
- Apoyo aéreo y brigadistas capacitados con el equipo necesario y distribución de éste para los brigadistas locales.
- No permitir el cambio de uso de suelo en las zonas afectadas.
- Evacuación segura y digna para las comunidades afectadas.
- Atención a la crisis hídrica.
- Limitar las concesiones a empresas y reparar el sistema de distribución.
- Posicionamiento y acciones coordinadas por parte de rectoría de la Universidad Veracruzana.
- Alto a la intimidación contra colectivos ambientalistas y comunidades que exigen lo mismo que nosotros.
Algunas frases que contenían los carteles que llevaban los estudiantes
Tras haber pedido esto, los estudiantes de la Universidad Veracruzana continuaron gritando las consignas sin importar si se quedaban sin voz, pues para ellos lo importante era que se atendieran con urgencia las peticiones para evitar que los incendios forestales siguieran dañando los ecosistemas.
Al acercarme a una chica, ella mencionó que no venían de una sola facultad de la UV, sino que, entre varios estudiantes de distintas facultades, se organizaron para ser la voz de aquellos que no pueden gritar.
- ¿Qué le dirías al Gobernador Cuitláhuac García?
- No lo conozco, pero sé que es muy negligente y no me agrada, porque, ¿cómo no puede destinar dinero a esto que nos está afectando a todos? Siento que si no hay bosque, no hay futuro ni para nosotros, ni para ellos.
Agregó que como ciudadanos, no nos cuesta nada cooperar con víveres como alimentos enlatados, gasas, vendas y cualquier tipo de material médico para apoyar a las comunidades afectadas y a los animales que están sufriendo mientras su hogar se está quedando en cenizas.
Mucha gente mencionaba que ya estaba cansada ante la constante negligencia ambiental por parte del gobierno, porque no hacen nada, no los apoyan y simplemente se hacen “de la vista gorda” ante los gritos de ayuda y el sufrimiento. Otros sólo veían la protesta y se iban, algunos llegaban con víveres a un pequeño stand que había en la explanada del palacio de gobierno, que no era por parte de ellos, si no por parte de los ciudadanos.
El calor ha sido tan inmenso en estos días por la falta de cuidado ambiental, que las montañas, bosques y demás han estado sufriendo de incendios forestales, y de continuar así, nuestro querido Veracruz de color verde, se convertirá en cenizas.
¿Hasta cuándo las autoridades van a esperar? ¿Hasta que no quede nada?