Por Ruby Soriano
Los actos de violencia suscitados recientemente en contra de candidatos de la oposición poblana como Mario Riestra y Eduardo Rivera han desatado una ola de polarización política que enardece los ánimos y fomenta más enfrentamientos.
La reacción de los morenistas poblanos ha sido desafortunada frente a los acontecimientos que revelan el riesgo de más violencia a menos de 25 días para ir a las urnas.
Las redes sociales fueron la principal ventana para las descalificaciones y exhibir a los “golpeadores” morenistas, que se lanzaron no sólo a descalificar, sino a incitar los ataques para subir la versión de un aparente montaje en la agresión a las vecinas del candidato a la gubernatura poblana, Eduardo Rivera Pérez, quien confirmó que el móvil era un ataque directo.
Y es que llama la atención pues no es la primera vez que deja ver su perfil violento, que uno de los principales odiadores e instigadores a la descalificación haya sido Mario Miguel Carrillo, primo del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Este personaje arribó a Puebla alentado por su parentesco. Va por su segunda candidatura ahora como aspirante a una diputación federal por el municipio de Atlixco, donde no tiene arraigo y su apuesta es la movilización con la que la 4T pretende llevarse el triunfo.
El primo de Mario Delgado, como muchos otros candidatos en el país, encontró su bastión poblano para ir amarrando candidaturas como si se tratara de buenos y jugosos negocios.
Habría que conocer la opinión del dirigente nacional morenista sobre “los méritos” que tiene su pariente para llevar dos candidaturas al hilo y sin tener arraigo local.
Frente a un clima de enfrentamientos y descalificaciones resulta sumamente riesgoso tener estos perfiles de militancia, donde más que ayudar, confrontan y encienden los ánimos.
Si bien, el propio candidato morenista a la gubernatura Alejandro Armenta se solidarizó con Eduardo Rivera, sin pasar por alto el llamado a la no politización del hecho, otros morenistas principalmente quienes tienen a su cargo las llamadas vocerías, fueron los que, frente a los desafortunados hechos, salieron a emitir descalificaciones y alentaron las versiones de montajes que poco suman en un ambiente de mucha crispación.
Los odiadores en tiempos de violencia se convierten en los principales polarizadores que, en lugar de hacer llamados a la congruencia, llaman al enfrentamiento.
Valdría que el dirigente nacional de los morenistas, Mario Delgado, instara a su pariente a evitar ser un polarizador, en tiempos donde el riesgo de la irrupción de más violencia, está latente.
@rubysoriano @alquimiapoder