A un año. ¿Algo cambió?
Por Javier Solórzano Zinser
¿Cuánto habrán cambiado las cosas en las estaciones migratorias a un año del incendio en Ciudad Juárez? 33 estaciones están cerradas y no se ve que las vayan a abrir porque no se les da por invertir.
Meter dinero en las estaciones migratorias es necesario, porque se requiere de un cambio en el diseño y, sobre todo, llevar a cabo un trabajo detallado para que quienes trabajan en ellas tengan protocolos y conozcan lo que significa la migración y los derechos migrantes. Si 33 de ellas siguen cerradas es porque no quieren invertir o porque no se alcanza a entender la dimensión del problema.
Una comisión del Senado ha hecho un trabajo importante, pero se ha enfrentado con una gran cantidad de trabas que no le ha permitido desarrollar una nueva estrategia para las estaciones, pero, sobre todo, pareciera que desde el Gobierno no existe un interés por conocer lo que a lo largo de este año han hecho las y los legisladores.
Como suele suceder en el país, estamos en una especie de limbo en donde muchos son los señalados, pero no hay ningún sentenciado, lo que alcanza a quienes, a querer o no, son responsables de lo sucedido. El director del Instituto Nacional de Migración, INM, sigue en el cargo y bajo el apoyo total del Presidente; tienen una amistad de años.
Los familiares de las víctimas de alguna manera han sido revictimizados. Se han dado a conocer sus nombres, lo que los ha dejado expuestos y además se ha hecho pública la indemnización que les han entregado. Sumemos a esto que, según algunos familiares, esto no ha sido parejo, hay muchas quejas de cómo algunos de ellos están siendo tratados.
Lo que pasó hace un año es una muestra de lo que ha sido la política migratoria en la presente administración. No pasa por alto que existen muchas presiones. Un factor de primera importancia son los grandes problemas que viven las naciones que están expulsando a su gente, está de por medio el factor económico y las condiciones políticas de los países.
México tiene de nuevo una alta tasa migratoria, la cual mucho tiene que ver con la violencia que se está viviendo en el país; en anteriores ocasiones hemos hecho referencia a cómo muchas familias completas están buscando refugio en EU.
En los últimos años se ha intensificado la migración. Se han intensificado las caravanas migrantes a las cuales es cada vez más difícil contener y a las cuales también se les trata en muchos casos de manera violenta como si la migración fuera un delito.
Muchos mexicanos que son expulsados de EU con lujo de violencia incluso esposados, bien quisieran que los 11 mil pesos que el Gobierno le ha ofrecido a venezolanos, colombianos y ecuatorianos como incentivo para regresar a sus países de origen, se les otorgaran a ellos. Siguen siendo las y los mexicanos quienes son en número los más expulsados desde EU, quizá se haya perdido la capacidad de asombro, porque esto viene sucediendo desde hace décadas.
Pareciera que poco se repara en lo que está sucediendo en los países de origen de muchos de los migrantes. El Gobierno mexicano ha tenido singular cuidado de no meterse con Venezuela en donde viene un proceso electoral totalmente dominado por el gobierno de Maduro, no está dejando incluso participar a una oposición cada vez más influyente.
Gobiernos como el de Colombia y Brasil, los cuales si algo no tienen es que sean de derecha, públicamente han manifestado su “preocupación” por lo que está pasando en Venezuela con su dirigido y discrecional proceso electoral. La pregunta es qué se va a hacer cuando pasen los seis meses de entrega del dinero si la esencia de los países no cambia.
Habrá que preguntarse no sólo por lo que ha pasado con las estaciones del INM, hay que evaluar la política migratoria, la cual ya es un sensible pendiente.
RESQUICIOS.
El Presidente insiste en que la oposición podría dar un golpe de Estado técnico. Qué ve el Presidente que no vemos, pero, sobre todo, qué lo trae preocupado.