La “Casa Blanca” de los otros Peña
Por Mónica Camarena Crespo
Lo que se vive hoy en día en Veracruz, con la exhibición de propiedades millonarias en exclusivas zonas por parte de la familia de Rocío Nahle, de apellido Peña, nos obliga a reflexionar acerca de los excesos de siempre, con efectos irreparables.
El ex presidente Enrique Peña Nieto padeció en carne propia el descubrimiento periodístico de una lujosa casa color blanco que exhibía corrupción, que estaba a nombre de su esposa, la entonces “primera dama” y que nunca se pudo transparentar el origen de los recursos para su construcción.
El escándalo por la “Casa Blanca”, persiguió a Peña hasta el final de su periodo presidencial, que junto con los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, catapultó al PRI y le concedió a Andrés Manuel López Obrador, la oportunidad de por fin, ganar la presidencia.
LA “CASA BLANCA” DEL DORADO
Las adquisiciones inmobiliarias del esposo de Rocío Nahle y de su sobrina de apellido Peña, y de quién sabe cuántos más van que van a aparecer en próximas fechas, demuestran la holgada liquidez de una familia que de la noche a la mañana puede gastar en el caso de la “Casa Blanca” de Boca del Río, 40 millones de pesos sin la mínima preocupación.
El problema es que a raíz del escándalo de las propiedades legalmente acreditadas a la familia Peña Nahle, saldrán a la luz muchas más compras inmobiliarias que se sabe, la ex secretaria de Energía realizó a partir de hacerse cargo desde el inicio del sexenio de AMLO, de la muy costosa e inservible, refinería de Dos Bocas en Tabasco.
La oposición seguramente recordará aquella frase “Lo que viene conviene” y es que con la falta de sensibilidad y voracidad para gastar de la familia Peña Nahle, no se duda que las “otras propiedades” de las que nos enteraremos, sean dignas de la realeza.
Lo peor es que no habrá manera de justificar esa cantidad de ingresos que en tan pocos años, permitió a los Peña Nahle convertirse en “gastalones” millonarios.
Los señalamientos en contra de la familia de Rocío Nahle por presunta corrupción y enriquecimiento ilícito, no deben ser un simple escándalo en tiempos de campañas electorales. Los partidos políticos de la oposición, candidatos y aquellos que han destapado la cloaca en torno a la ex titular de Energía, están obligados a llegar al piso de la legalidad e interponer las denuncias correspondientes, de no ser así, todo quedará en “politiquería” e impunidad.
Ágora
Y a todo esto ¿Quién defiende a Rocío Nahle en Veracruz?, salvo la candidata presidencial de Morena, que tuvo que dar el espaldarazo a la de Zacatecas, nadie más que valga la pena del partido en el gobierno ha salido a decir algo.
Cuitláhuac García al parecer ya recibió la orden de hablar lo menos posible, pues cuando lo hace solo causa mayores problemas a los miles que hay en el estado que mal gobierna.
Pero al parecer Rocío no trae las mínimas simpatías ni siquiera con los funcionarios de Veracruz, la entidad que busca gobernar aunque nació en Zacatecas.
X: monicamarena
