Durante la apertura del Seminario Internacional Voces Bajo Acecho: Desafíos Latinoamericanos frente a la Estigmatización y Desinformación en el ITESO, diversas voces respaldaron el trabajo de Signa_Lab ITESO y de su coordinadora general Rossana Reguillo.
Muestras de solidaridad, reconocimiento al trabajo y al servicio de la nación que se hace Signa-Lab ITESO, así como una defensa férrea a la libertad de expresión y la denuncia de los discursos de odio desde el poder que ocurren de manera sincrónica en muchas regiones de América Latina, marcaron el tono con el que arrancó el Seminario Internacional Voces Bajo Acecho: Desafíos Latinoamericanos frente a la Estigmatización y Desinformación en el ITESO.
Autoridades universitarias, académicos, activistas y periodistas que se dieron cita el viernes 16 de febrero expresaron públicamente su apoyo a la coordinadora de Signa-Lab ITESO, Rossana Reguillo, profesora emérita de esta institución, quien recientemente tomó la decisión de hacerse a un lado del encargo hecho por el Instituto Nacional Electoral (INE), consistente en el procesamiento de la base de datos de la que se obtendrán 108 preguntas ciudadanas para el primer debate presidencial del proceso electoral 2024, ante las acusaciones de imparcialidad de parte de Morena.
“Un académico, un servidor de la verdad desde la trinchera científica, tiene siempre como horizonte el bien mayor, el servicio a la humanidad. Permanece consciente de que le corresponde mantener prendida la llama del conocimiento para poder transmitirla a las siguientes generaciones. Eso ha sido el quehacer permanente de la doctora Reguillo, en particular desde la creación de Signa_Lab”, expresó en el acto de apertura el rector del ITESO, Alexander Zatyrka, SJ.
“Es esta convicción, su respeto y cariño por las personas que constituyen hoy en día el laboratorio, y sobre todo su servicio a que la verdad se siga haciéndose presente en el espacio público, lo que ha llevado a la doctora a la difícil decisión de dejar en manos del equipo de Signa_Lab el encargo que le hace la Nación a través del Instituto Nacional Electoral. Entendemos y respetamos su decisión. Una enseñanza más que nos deja como comunidad universitaria. Gracias por su congruencia. Todo nuestro apoyo y agradecimiento para usted”.
Catalina Morfín, directora general académica del ITESO, mostró su gratitud hacia Reguillo por su trabajo siempre crítico y recordó las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI) —de las que están por cumplirse 50 años—, que mencionan que estamos obligados a denunciar y no podemos guardar silencio y convertirnos en cómplices de la opresión: “La contribución cualificada de este seminario es para fortalecer estos propósitos y para consolidar en la sociedad la búsqueda constante de los valores del Artículo 19 [de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sobre la libertad de expresión], con los que concordamos plenamente, y que son la transparencia, la integridad, la congruencia, la colaboración, la diversidad, la innovación y, en particular, la perspectiva de formas de convivencia más humanas y más justas”.
Leopoldo Maldonado, director regional de la organización civil Artículo 19, calificó a Signa_Lab ITESO como un referente nacional e internacional y resaltó la alianza entre ambas entidades en pro de las libertades democráticas: “No quería dejar de decir, también, lo injusto y mezquino que ha sido el señalamiento en contra de la doctora Rossana Reguillo, cuyo aporte a la lucha por los derechos en este país es seria, académica e innegable”. A su vez, externó el apoyo y el agradecimiento a los jesuitas por ser un referente, en especial en la labor que conduce el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (ProDH), el cual ha sido centro de ataques permanentes en la actual administración federal.
“Son tiempos en los que nos damos cuenta de que hay personajes y proyectos políticos que creen que la ética pública puede relegarse o, como decían antes, que la moral es un árbol que da moras […]. Nos queda claro hoy que no entienden la lucha por la dignidad humana. Este seminario es un atento recordatorio de la necesidad de defender el espacio público de los embates del autoritarismo populista que cunde en América Latina y en buena parte del mundo”, añadió.
En su intervención, Reguillo hizo un recuento de algunos de los ataques de odio que fueron dirigidos en 2015 desde las redes sociales hacia su persona, relacionados con su involucramiento con causas sociales como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa: “Durante cuatro meses viví en acoso constante, con amenazas de muerte, varios tuits al día, algunos en la madrugada, así que cuando despertaba y abría mi cuenta ya tenía un mensaje cada vez más agresivo que el anterior. Experimenté un miedo profundo por mi familia, pero salí robustecida de esa experiencia. En buena medida eso explica la existencia de Signa_Lab, que ha sido un trabajo maravilloso, con un equipo entregado y profesional. Hemos aprendido muchísimo, tenemos documentadas todas las estrategias de ataque, datos históricos, donde podemos ver exactamente las líneas de tiempo de ataque, en estos días en que soy objeto de ataques, reducida a una condición mínima de persona. Yo estoy bien, estoy fortalecida y quiero reconocer el trabajo de todos ustedes”.
Abordan los desafíos de la desinformación
Durante el primer panel del seminario se contó con la presencia de académicos, periodistas y activistas de distintas regiones del continente, quienes abordaron, desde sus propias trincheras y coyunturas, un panorama de la desinformación en América Latina. En su oportunidad, todos ellos mostraron su respaldo a la causa de Signa_Lab ITESO y de su coordinadora, Rossana Reguillo.
Sara Fratti, consultora de la Fundación Avina e Investigadora en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de San Carlos, de Guatemala, aseguró que el desarrollo de las tecnologías digitales ha facilitado la cantidad y la virulencia de los ataques de gobiernos hacia comunicadores y luchadores sociales, y que esto está potenciado porque, al final, las mismas empresas que sostienen las redes sociales se benefician económicamente de esta situación.
“Hay que entender las dimensiones de estos ataques, que van no sólo contra determinadas cuentas de periodistas o activistas, sino contra cualquier otra cuenta que demuestre simpatía por el trabajo que están haciendo estos grupos. Estos ataques sistemáticos lo que buscan es silenciar, y generar esta sensación de miedo que se vivió en los ochenta en algunas dictaduras”, expresó.
Por su parte, el periodista Jaime Abello, cofundador y director general de la Fundación Gabo, explicó que estos ataques ahora se dirigen también contra académicos e investigadores, lo que representa más peligro para las democracias; a esto se suma la negativa de las plataformas digitales para compartir datos acerca de su procedencia: “Las plataformas digitales están cada vez entregando menos información y colaborando menos. El ejemplo más claro es el de X y [Elon] Musk, pero hay otros casos. Tenemos que reconocer que la desinformación es masiva y llegó para quedarse”. Ante esto, cobran un especial valor las acciones de fact checking que se están realizando desde el periodismo, que se constituye como un periodismo de resistencia.
Leticia Klein, abogada de la Universidad de São Paulo y coordinadora legal de Abraji, se refirió a los ataques verbales a la reputación y campañas de descrédito de la virtualidad —basada en datos recopilados investigando a las milicias virtuales involucradas con canales del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, financiadas por empresarios—, en especial a la violencia en línea que tiene como victimas predilectas a las mujeres y a la población LGBT+: “Lo que hemos llegado a entender sobre estas campañas de estigmatización, que muchas veces son coordinadas o semicoordinadas, proceden de una sed de odio que tiene el objetivo de asesinar la reputación de los periodistas. Muchas veces usan Whatsapp para ayudar a difundir información de otra red social para bañar de desinformación. Hay incluso células de marketing en estos mensajes para que sean distribuidos. También hay células creadas por simpatizantes, con contenido orgánico que se mezcla a estas estrategias”.
Angélica Cárcamo, presidenta de la sociedad de periodistas de El Salvador, investigó el caso del presidente de su país, Nayib Bukele, quien ha sabido muy bien cómo jugar y manipular a la ciudadanía para, en la medida en que ha ganado terreno, apropiarse de otros espacios: “La problemática es holística, por eso es muy compleja y es muy difícil desmantelarla. En mi país, en los últimos años, nunca a las personas defensoras de derechos humanos se les ha atacado tanto. Lo que están justificando es que no puedes cuestionar nada, porque eso automáticamente te pone del lado contrario. En X hay toda una ola de cuentas anónimas que se dedican a atacar y las grandes corporaciones de las redes sociales no están haciendo nada al respecto”.
Finalmente, la periodista colaboradora de Animal Político, Nayeli Roldán (coautora de la investigación “La estafa maestra”), consideró que estamos en regímenes en los que se ha utilizado la mentira como una forma de gobierno y, a partir de eso, se crean distintas estrategias para difundir esas mentiras: “Pueden ir desde el espacio digital, donde cualquier persona o granja de bots lanza una campaña, o replican mentiras. Pero también tenemos ejemplos en los que se ocupa un espacio tan trascedente como lo es una conferencia de prensa de un presidente, donde también se dicen mentiras”.
Hoy más que nunca, para Roldán, cobra relevancia el periodismo que combate la desinformación, que comprueba con datos que alguien está manipulando la información, y que, por lo tanto, es un servicio para el discernimiento de los ciudadanos: “El periodismo aporta pruebas, datos, contexto, justamente para que las personas tengan más información y que luego tomen sus propias decisiones”.