Quebradero

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Reformas para nunca dejar de estar

 

Por Javier Solórzano Zinser

Por si había dudas, el Presidente dejó en claro que uno de los objetivos de sus reformas pasa por el proceso electoral.

Busca que su proyecto sea transexenal, lo cual no debe sorprender, estamos de nuevo en los terrenos en que por más que se ponga en duda lo que promete el Presidente está visto que lo hace por más descabellado que parezca.

Lo que intenta con las reformas, otras cosas, es que sean un elemento central de debate en las campañas para poder, además de ser una vez más partícipe del proceso electoral a pesar de que no esté en las boletas, lograr que todos sus proyectos sean debatidos y sean centro de debate.

López Obrador no va a dejar de ser tema de discusión sin importar cuál sea el motivo. Las reformas son una pieza más de su intención transexenal porque quizás a pesar de que termine su mandato, repite a menudo que se irá a su rancho que heredó a sus hijos, no dejará de estar en el imaginario colectivo.

Para Claudia Sheinbaum será un aliado, pero también un fantasma incómodo que le puede impedir una gobernabilidad propia. Como era de esperarse, la candidata del Presidente ayer aseguró que las reformas de López Obrador serán parte de su proyecto de campaña.

Algunas de las propuestas que presentó el Presidente ya habían sido rechazadas, pero al serle fundamentales en su proyecto, sobre todo, las que tienen que ver con la conformación del Congreso y los procesos electorales, las volvió a proponer.

Las reformas llevan a concentrar aún más el poder, porque al tiempo que hace estas propuestas busca, por otro lado, la desaparición de los organismos autónomos que son un dique precisamente a la concentración del poder que le permiten a la ciudadanía, en su relación con los gobiernos, exigir la rendición de cuentas y permitir los equilibrios y la vigilancia de los derechos ciudadanos.

El Presidente intenta, como hemos venido insistiendo, no sólo en reformar parte de la Constitución, sino darle un giro total para que se convierta en un documento de su proyecto de la 4T, el cual sigue teniendo una alta dosis de enigma en su definición, desarrollo y objetivos.

López Obrador sabe que difícilmente podrá ser aprobado el total del paquete de sus reformas, pero quizá eso no le sea lo más importante por ahora, lo que intenta es que el tema se convierta en un elemento de debate en las elecciones y que en buena medida las cosas giran en torno a las reformas y a su persona.

La cuestión no está en la aprobación, está en que sus reformas sean inevitablemente tema en las elecciones y parte central de los debates en el Congreso. De nuevo buscar estar como el eje del debate confirmando que es el dueño de la narrativa y quien impone la agenda como ha sido más allá de este sexenio.

El otro gran objetivo es dejar una herencia la cual difícilmente podrá ser revertida por quien gane las elecciones. Es obvio que si fuera Claudia Sheinbaum, todo apunta que así sea, el Presidente tendrá la garantía de la continuidad de su proyecto transexenal. Hasta ahora no hay indicios de que presente matices al proyecto del Presidente, en varias ocasiones ha negado que lo vaya a hacer.

De alguna forma se van definiendo los escenarios de futuro. La mayor incógnita es cómo va a conformarse el Congreso. Va a ser en el Legislativo donde se van a dar las grandes batallas sobre el destino del país. El Presidente no va a dejar de meterse en el proceso electoral. Las reformas son un proyecto para el país y una estrategia electoral con lo cual de seguro enfrentaremos problemas que deberán solventar las instituciones electorales, por más que quieran ver el partido desde la tribuna.

Son reformas para nunca dejar de estar.

RESQUICIOS.

Para no pasar por alto. En su edición del sábado La Razón presentó un muy atendible reportaje sobre el subejercicio en materia de salud el cual alcanzó en 2023 103 mil 843 mp. El gasto programado era de 209 mil 616 millones de pesos. ¿Dónde quedó la lana?