Parque Juárez

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CENSURA

 

 

Por Mónica Camarena Crespo

 

Como bien dijo Azucena Uresti después de despedirse del noticiario estelar de Milenio y tras 20 años de laborar en esa empresa, en México el periodismo “está bajo acoso, amenaza y ataques constantes”.

La salida de Milenio de la periodista de gran trayectoria, vino a confirmar el acoso a la prensa crítica de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador y toda su estructura de gobierno.

Después de varios rumores en torno a la salida de Uresti de Milenio, se confirma lo que todos sospecharon, fue bajo presión por el periodismo crítico que ejercía Azucena Uresti, que la empresa decidió hacerle la vida de “cuadritos” a la conductora estelar de noticias, para que se fuera, era incómoda en Palacio Nacional.

Tanto Milenio como AMLO quedan en una exhibición nacional de represión a las voces críticas, al periodismo sin cortapisas, sin miedo, con investigación y con la información por delante.

Es interminable la lista de comunicadores que han sido despedidos de varias empresas por consigna presidencial, por no ser sumisos e informar con la verdad.

LA AMENAZA A AZUCENA URESTI

En el 2021, Azucena Uresti recibió amenazas de muerte a través de un video divulgado en redes sociales, donde un individuo que afirmaba representar a Rubén Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la intimidó directamente junto con críticas a diferentes medios de comunicación, en Palacio Nacional ni se inmutaron.

VERSIÓN DE CARLOS LORET ACERCA DEL DESPIDO DE AZUCENA

En su columna publicada en el periódico el Universal, Carlos Loret de Mola, el comunicador más incómodo para el presidente, por los señalamientos puntuales de corrupción de los hijos de AMLO, detalló los motivos del despido disfrazado de Azucena Uresti. El periodista señala: “Para cuando estalló la bomba entre Azucena Uresti y los dueños de Milenio, la periodista había ido sufriendo una sistemática escalada en la vigilancia editorial sobre su espacio estelar: todos los días llegaba a su oficina un emisario para cerciorarse de los dos o tres temas que no debía tocar, había otro supervisor encargado de que los temas que sí se tocaran salieran al aire con menos cafeína, el guión de su programa estaba bajo estricta supervisión superior, le habían exigido dejar de emitir opiniones en Twitter y cancelar su columna en Opinión 51, y en una ocasión incluso “se cayó la señal” justo cuando abordaba un asunto espinoso para Palacio Nacional que le habían dicho que no debía mencionar”.

CASO CIRO

No le basta al presidente López Obrador el atentado contra Ciro Gómez Leyva, el cual sigue sin ser esclarecido en cuanto al autor intelectual. Ciro salvó la vida gracias a una camioneta blindada, de no haber sido así, estaríamos contando otra penosa historia.

Y es que AMLO a pesar del atentado en contra de Gómez Leyva, sigue azuzando desde las “mañaneras” contra él y otro grupo de periodistas que detesta. No para en abonar al encono y la confrontación en contra de los comunicadores. Cualquier otro atentado será responsabilidad absoluta del presidente que ya pronto se va.

EL PAÍS, OTRO EJEMPLO DE CENSURA

En estos días aciagos para la prensa, el escritor y filósofo Fernando Savater fue despedido de El País, de España, diario que contribuyó a fundar y donde se desempeñaba como columnista desde hace 47 años.

En un hecho que llamó la atención y el rechazo a nivel internacional, fue el propio Savater quién confirmó el motivo de su despido. Las duras críticas que hizo al diario y su postura ante la gestión del presidente de España Pedro Sánchez, que vuelca en su próxima obra llamada «Carne gobernada».

A sus 76 años, ha arremetido contra la que fue su casa durante casi medio siglo, desde sus inicios. Las declaraciones más críticas han llegado en respuesta a la pregunta de si con el tiempo se había distanciado de ‘El País’ o ‘El País’ de él. «Creo que el periódico ha cambiado mucho, de haber sido un periódico crítico, plural, a convertirse en un medio gubernamental abiertamente».

CENSURA Y CENSURA.

 

X: monicamarena