Por Sandra Luz Tello Velázquez
La diversidad sexual y de género ha existido a lo largo de la historia de la humanidad, en todo el planeta se encuentran personas con diversas identidades, expresiones de género u orientaciones sexuales, también es cierto que distintos sectores de la sociedad han tratado de invisibilizar, criminalizar o estigmatizar a las personas que forman parte de la comunidad LGBTQ+.
Es por lo anterior que el 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, con la intención de conmemorar los disturbios de Stonewall (Nueva York, EE. UU.) ocurridos en 1969, estos marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual. Dicha revuelta se dio porque la comunidad homosexual con frecuencia era acosada por la policía de la ciudad y en la madrugada los asistentes al Stonewall Inn decidieron resistirse, así comenzó una batalla en la que se unieron más miembros de la comunidad LGBTQ+ y este evento se convirtió en un ícono de la lucha por los derechos de la comunidad.
El movimiento iniciado en el siglo pasado continúa para lograr el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBTQ+ que, recordemos no son especiales, sino derechos humanos.
Persiste la lucha por el derecho a un espacio de trabajo sin discriminación, por mencionar solo un caso, según datos de la organización Pride in STEM, el
28 % de las personas LGBTQ+ que trabajan en ciencia han considerado abandonar sus trabajos en este rubro al enfrentarse a un ambiente laboral hostil, de igual forma ocurre con el 20 % de las personas trans. Por otra parte, en el campo epistémico de la física, la mitad de los estudiantes trans y no binarios son acosados en los departamentos académicos.
Cabe señalar que prevalece la violencia contra la comunidad, como lo indican informes correspondientes el año 2022, en el que se registraron más de ochenta y siete muertes violentas de personas LGBTIQ+ en México, presuntamente los motivos estaban relacionados con su orientación sexual, identidad o expresión de género, dicha cifra se incrementó con respecto al 2021. Otros datos del INEGI señalan que las mujeres trans son un sector vulnerable, con 48 transfeminicidios. Dicha situación es cuestionable y debe movernos a cambiar nuestros paradigmas para erradicar este tipo de violencia.
Queda mucho camino por recorrer, pero visualizar, aceptar, respetar y normalizar la diversidad es crucial para asegurar la permanencia de las personas LGBTQ+ en los diversos ámbitos, desde el artístico hasta el desarrollo científico, en las escuelas, centros comerciales y en toda la vida social.