Parque Juárez

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El poderío de la “corcholata” del presidente

 

Por Mónica Camarena Crespo

 

El acto de despedida de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, está muy lejos de haber sido un evento con la asistencia de miles de “espontáneos”, se trató de un acto anticipado de campaña financiado con mucho dinero, el “acarreo” cuesta y mucho.

El mismo jueves, Marcelo Ebrard proponía a Morenaque a cada aspirante presidencial en la contienda interna de la 4T se le abra una cuenta bancaria, en la que pueda recibir donativos de simpatizantes para financiar los recorridos que harán por el país; las donaciones serían de 5 mil pesos.

Mientras, Claudia Sheinbaum con todo el poder del estado y de varios gobernadores, operaba un acto multitudinario que llenó varias avenidas cercanas al Monumento a la Revolución con los camiones que acarrearon a “espontáneos” que aplaudieron a la jefa de Gobierno que se despedía para ser la candidata de Morena en 2024 y como ella lo dijo, la primera presidenta de México.

El piso no es parejo, Marcelo lo sabe, por ello apretó para las renuncias y fue el primero en dejar el cargo. A Claudia no le quedó de otra, se le complicó y a falta de una poderosa jefatura de Gobierno en la Ciudad de México, recurrirá a la operación política con financiamiento sin transparencia y movilización cortesía de algunos gobernadores de Morena, como el de Veracruz.

Las denuncias empezaran desde dentro, el acto en el Monumento a la Revolución podría interpretarse como una provocación innecesaria y una demostración bastante arriesgada de que cuenta con el poder del Estado.

Todo se puede contabilizar, al final sale a la luz y Sheinbaum, quién ya demostró su carácter autoritario con Alfonso Durazo durante la sesión extraordinaria del consejo nacional de Morena, cuando le reclamo que simpatizantes de Marcelo Ebrard la habían increpado, entre gritos de “piso parejo” pudiera obviar aún más el “dedazo” disfrazado desde Palacio Nacional.

Ágora 

Los gobernadores incómodos de Morena buscan el acomodo, su permanencia en el poder y continuar con el manejo indiscriminado de recursos a los que rápido se acostumbraron. La mala noticia es que de tantos errores, atropellos e injusticias que cometen, sin hacer a un lado la corrupción, podrían convertirse en “incomodos” y ya sin el “apapacho” del que se vá al rancho, quedaran en absoluta indefensión. La historia no cambia, siempre es la misma.

 

@monicamarena