Pareciera que se tratara de la década de los 70 u 80 del siglo pasado. Las “corcholatas” preferidas del presidente se dejaron ver en el sur de Veracruz para hacer campaña adelantada en pro de sus aspiraciones para obtener la candidatura de Morena a la Presidencia, pisoteando la ley y recurriendo al más priista de los métodos: la “cargada”.
En Minatitlán y con el pretexto de una “reunión de trabajo”, eufemismo mal disimulado de un mitin descarado, el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández fue recibido por el pleno del Sindicato Petrolero, uno de los organismos emblema de la corrupción del viejo priismo.
En primer plano, el líder nacional del Sindicato, el orizabeño Ricardo Aldana, alfil durante décadas de Carlos Romero Deschamps, el autor del millonario e impune desvío conocido como “Pemexgate”. A su lado, los vetustos dirigentes de las secciones de un sindicato que es la viva representación del pasado corrupto del que a diario se queja el presidente López Obrador, pero que cada vez está más visible dentro de su “movimiento”.
En Coatzacoalcos, la jefa de Gobierno que se la pasa fuera de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hizo lo propio. Con el pretexto de una conferencia “magistral” para hablar de sus “políticas exitosas de gobierno” –mientras la capital del país se le cae a pedazos-, todo el aparato del gobierno estatal y del grupo gobernante en la entidad –con el gobernador Cuitláhuac García y la secretaria de Energía Rocío Nahle incluidos- se volcó para otro mal disimulado mitin sin mayor sustancia ni fin que el de promover su imagen ilegalmente.
Incluso se pudo ver rondando a ex alcaldes priistas de la ciudad, como Marcos Theurel y Joaquín Caballero, que buscan ahora subirse al “barco” de la “transformación”. Al cabo que ni diferencias hay con su pasado tricolor.
A Sheinbaum además le organizaron una reunión con 113 alcaldes, así como diputados locales y federales morenistas, como para no dejar duda de por dónde va la “línea”. Mientras que a la gente que acarrearon a su mitin –“nueve mil” contó Cuitláhuac, superando la estulticia de Martí Batres- la dejaron freírse en la calle bajo el sol a plomo de casi 35 grados centígrados que cayó sobre la ciudad.
A la “antigüita”, demostrando que de tan “diferentes” que se dicen, son iguales y se rodean de los mismos, Adán Augusto López Hernández y Claudia Sheinbaum hicieron campaña adelantada en el sur de Veracruz.
