Una filtración de documentos internos de la empresa Eliminalia reveló que políticos, empresarios, contratistas del gobierno y criminales le pagaron decenas de miles de dólares para desaparecer noticias publicadas en Internet que dañan su imagen.
Entre los más de dos mil clientes de Eliminalia en el mundo, –varios de ellos vinculados con organizaciones criminales o condenados por delitos graves– aparecen más de 100 personas y empresas de México, que en conjunto pagaron al menos 857 mil 752 euros para borrar notas incómodas, o al menos manipular los algoritmos de buscadores de internet para esconderlas.
Entre los clientes mexicanos de Eliminalia destacan varios prestanombres del exgobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa, quienes buscaron formas de borrar su vínculo con el priista, quien cumple una pena de nueve años de cárcel por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Entre ellos destacan David Alejandro Osorio Aguirre, María Elena Barquín del Puerto y Jaime Antonio Porres Fernández Cavada, quienes gastaron miles de dólares para borrar contenidos sobre Duarte o sobre su relación con él.
Por ejemplo, en las solicitudes enviadas por Eliminalia a nombre del empresario cordobés Jaime Antonio Porres Fernández Cavada, amigo de la juventud de Javier Duarte y quien fue favorecido ampliamente durante su sexenio, se señala que en artículos, notas y columnas en las que se evidencia esa relación hay “información donde constan los datos personales de mi representado (NOMBRE Y APELLIDOS) y la permanencia de esta noticia en su página web afecta gravemente el honor e intimidad del Sr. JAIME ANTONIO PORRES FERNANDEZ CAVADA, ya que distorsiona gravemente la percepción que los demás ciudadanos tienen de su persona, provocando un efecto estigmatizador e impidiendo su pleno desarrollo en la sociedad, desarrollo que se ve obstaculizado por el rechazo que determinadas informaciones causan en las personas o ciudadanos de su entorno social, laboral y personal”.
“Es por eso que nos ponemos en contacto con ustedes para solicitarles el ejercicio del Derecho de cancelación y oposición de sus datos personales (NOMBRE Y APELLIDOS), tal y como aparece en su nota periodística a la letra: “Jaime Porres” y “Jaime Porres Fernández-Cavada” y “Porres Fernández-Cavada” de conformidad con el artículo 28 de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares de los Estados Unidos Mexicanos”.
En la solicitud en cuestión –enviada el 4 de mayo de 2020 al periodista Aurelio Contreras por su columna “La caída de los bastardos sin gloria”- se manifiesta que “en caso de no ser posible la eliminación solicito la sustitución del nombre y apellido por iniciales, practica periodística aceptable que no alteraría la información expuesta y que mantendría los objetivos del derecho a la información y a su vez el derecho al honor, privacidad y protección de datos de mi representado”.
“Subsidiariamente, solicito que se proceda a la ocultación de la referencia a su identidad en los buscadores de internet mediante la introducción de una meta etiqueta no index o de un código robots.txt, para que la página web de la hemeroteca digital en que aparezca su información obsoleta y gravemente perjudicial no pueda ser indexada por los buscadores de internet”, refiere la solicitud firmada por “Alma H.”, del departamento legal de Eliminalia.
El aliado de la “4t”
Un cliente mexicano destaca particularmente en los archivos de Eliminalia, no solo por su nombre sino por el monto que gastó para limpiar su imagen en Internet: Pedro Haces Barba, el líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), y cofundador del partido Fuerza Por México.
Militante del PRI hasta 2018 y cercano al senador Ricardo Monreal Ávila, Haces entró en el movimiento de la “cuarta transformación” de la mano del expresidente del PAN, German Martínez Cázares, pues fue su suplente en el Senado, cargo que asumió cuando López Obrador nombró a Martínez al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con los documentos internos de Eliminalia, el líder sindical ha gastado al menos 110 mil euros, es decir, más de 2 millones de pesos, para que la empresa retire notas periodísticas que reportaban expresiones misóginas –cuando declaró que las mujeres “deberían vestir menos provocativas” porque después “no se aguantan”–, y para borrar trabajos periodísticos sobre polémicos contratos que celebró con los gobiernos priistas de Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, y de Roberto Borge Angulo en Quintana Roo.
¿Qué es Eliminalia?
Eliminalia ataca los contenidos que molestan a sus clientes con una batería de armas digitales, que incluyen presiones contra proveedores de servicios, el uso de fake news, sitios apócrifos y granjas de bots, todo protegido por estrictas cláusulas de confidencialidad. “We erase your past” o “borramos tu pasado”, es su eslogan.
Eliminalia nació de una sociedad extraña entre el joven empresario barcelonés Diego Giménez Sánchez –quien cambió su nombre a Didac Sánchez Giménez– y José María Hill Prados, un pedocriminal que abusó sexualmente de él en el 2005, cuando Giménez tenían 12 años y se encontraba en un orfanato.
Hill Prados, quien cambió su nombre a Diego, fue condenado a ocho años de cárcel; cuando salió, se asoció con su víctima para crear empresas dedicadas, entre otros, a limpiar imágenes y reputaciones en Internet. Entre ellas, las empresas Eliminalia y Jurisdalia.
Eliminalia, que reportó cerca de 2 millones de euros de ingresos en 2020, forma parte de un tinglado de compañías de reputación digital, encabezadas por una sociedad “holding” registrada en Miami, llamada Maidan Group; entre ellas figuran World Reputation, World Intelligence, World Delete, Legalia, Reputation Up o Communication Media Group Limited.
En México, la oficina de Eliminalia despacha desde un departamento del condominio residencial ubicado en la colonia Interlomas del municipio mexiquense de Huixquilucan.
Sánchez y Hill encabezan una red de más de 90 empresas en nueve jurisdicciones, especializadas en la venta de vientres subrogados y en la tercerización de gestación. Una de ellas, Subrogalia, fue condenada en 2017 a entregar una indemnización de 88 mil euros a clientes que habían pagado para que mujeres gestantes en México portaran sus embriones, en lo que resultó una estafa; se encuentra bajo investigación por tráfico de menores de edad.
Hasta Dos Bocas
En febrero de 2022, el medio Rest of the World reveló que la empresa Construcciones Industriales Tapia (Citapia) había utilizado Eliminalia para desaparecer un reportaje que la exhibía como dueña de un terreno al que llegaba un ducto de combustible robado a Pemex. La empresa, envuelta en el escándalo de corrupción de Odebrecht, buscó a Eliminalia para retirar notas que la vinculaban con robo de combustible y el caso Odebrecht.
A pesar de su pasado turbio, la Secretaría de Energía, dirigida por Rocío Nahle, entregó contratos a Constructora Tapia para participar en la construcción de la Refinería de Dos Bocas.
Con información de Proceso.
