El ex director del Instituto de Ecología (Inecol) Martín Aluja Schuneman Hofer realizó una protestó simbólica en las instalaciones del organismo para denunciar el desmantelamiento de las oficinas del Centro de Patentamiento, donde en su lugar, aseguró, se instalarán oficinas para burócratas del Conacyt.
El también Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013 se plantó dentro y fuera del Inecol para protestar por la desaparición de las oficinas del Centro de Patentamiento “que tanto esfuerzo costó construir y que representaban una significativa contribución a la modernización del estado y del país, pero sobre todo una visión de largo aliento en beneficio de las futuras generaciones de científicos y tecnólogos de México”.
“Este espacio moderno, creado con visión de futuro, que tenía una sala de juntas para recibir jóvenes emprendedores, investigadores, empresarios y demás usuarios, y estaba rodeado de un ecosistema de innovación ¡ha sido desmantelado!”, acusó el académico.
Sostuvo que “este espacio único, diseñado especialmente para estas actividades de fomento a la innovación, está siendo ‘remodelado’ (más bien destruido) para que ahora sea ocupado por funcionarios de la Oficina Regional del Conacyt”.
“Esto es incomprensible e injustificable, porque estos funcionarios ya contaban con una oficina digna en el Campus I del INECOL, y porque exactamente debajo de lo que está siendo desmantelado existe un espacio vacío en el primer nivel del Edificio A del Clúster Científico y Tecnológico BioMimic, que se pudo haber utilizado para ubicar esta oficina con mucha mayor visibilidad al público usuario”, enfatizó.
Destacó que en el Centro de Patentamiento, en el que participaba la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario de Veracruz mediante convenio formal, se habían logrado, en muy pocos años, “extraordinarios resultados para un Centro Público de Investigación que no tenía experiencia en patentamiento y demás modalidades de protección a la innovación: de acuerdo a datos públicos, 16 patentes otorgadas en México y el extranjero, 19 solicitudes de patente, dos modelos de utilidad, un licenciamiento con una empresa mexicana (Biorganix Mexicana) y otro con una empresa extranjera (Ariysta Life Sciences)”.
Martín Aluja manifestó que “cuando a México le urgen patentes propias y en Veracruz no hay otras opciones, esta acción es muy lamentable. Construir es muy difícil, destruir muy fácil. ¡Así no se construye patria y así no se avanza en modernizar al país, sino todo lo contrario!”.
“Sorprendentemente, esta acción se lleva a cabo en tiempos de la supuesta austeridad draconiana ordenada por el presidente. Las y los jóvenes de México merecen un mejor futuro y requieren de una visión moderna/futurista del país, con un fomento permanente a la innovación, la creatividad, y a la generación de empleos anclados en empresas de base tecnológica, amigables con el ambiente y con arraigado compromiso social. Duele mucho que una ilusión y contribución por un mejor futuro, sea pisoteada de esta manera. Con estas acciones, la pregunta es ¿qué sigue?”, sentenció el académico.
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