Siempre hay algo que agradecer

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Por Sandra Luz Tello Velázquez

La gratitud es un sentimiento que nos lleva a estimar  o apreciar los beneficios o favores recibidos y a corresponder a ellos de alguna forma, implica una actitud que va más allá de las personas, se extiende a la naturaleza, las circunstancias, las lecciones aprendidas, entre otros. Por tal motivo el 11 de enero se ha destinado a conmemorar al agradecimiento.

La gratitud tiene una fuerte vinculación con el bienestar emocional, está relacionada con la salud mental, la satisfacción personal, el optimismo, la autoestima, mejora las relaciones sociales y los estadios de felicidad que perduran y permean en otras emociones.

Aunque no es clara la instancia o fecha que inició con esta conmemoración, sí es fundamental ahondar en este sentimiento esencial para lograr el autoconocimiento y la autogestión de estilos de vida saludables, ya que la gratitud puede aumentar una mente optimista que permite liberar neuroquímicos como la dopamina, la oxitocina y la serotonina fundamentales para el bienestar.

La empatía, una mirada positiva y el compartir son fundamentales para fomentar la gratitud, es por eso que en la actualidad se le ha dado relevancia a la formación y la gestión de dichos aspectos en la educación.

La gratitud está relacionada con un mayor grado de compasión, aspecto importante para fomentar relaciones más sólidas. De igual forma, al generarse un estilo de vida más saludable es posible un mejor descanso, el desarrollo de un sistema inmune fortalecido y la disminución de emociones negativas como la envidia, la depresión, el sentimiento de soledad y el materialismo.

Finalmente, hablar de gratitud en los tiempos actuales nos puede llevar a pensar en rituales, astrología, superstición o charlatanería, sin embargo, se ha probado que agradecer incrementa la resiliencia y la forma en que afrontamos las crisis, las pérdidas y el estrés.