Quebradero

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“Fuera de lo normal”

Por Javier Solórzano Zinser

A Claudia Sheinbaum se le vienen sumando las críticas, los problemas y las observaciones. No sólo está expuesta por ser la gobernante de una de las ciudades más grandes y complejas del mundo, lo es también porque se está perfilando para ser el futuro que imagina y quiere el Presidente para la continuidad de su proyecto.

Su estrategia por ahora se basa en seguir al pie de la letra todo lo que hace y dice el Presidente. No deja de sorprender que una mujer de origen de izquierda no haya expresado al menos algún tipo de observación en un tema que durante mucho tiempo se convirtió en uno de los principales postulados críticos de izquierda, la militarización.

Bajo esta lógica está su decisión de desplegar a 6,900 integrantes de la Guardia Nacional en el Metro, debido a que se han venido presentando situaciones “fuera de lo normal”. No queda claro qué quiere decir, todo lleva a pensar que se han venido presentando  sabotajes o algo parecido, lo cual lleva a la idea de que el Metro está siendo atacado tratando de soslayar la gran cantidad de problemas que tiene y los riesgos que corren los usuarios.

El tono de los discursos de la Jefa de Gobierno es cada vez más parecido al de López Obrador, lo cual en algún sentido se entiende en función de los muchos años que políticamente han trabajado juntos.

Sin embargo, ha venido perdiendo parte de las muchas virtudes que le llevaron a obtener un triunfo inobjetable en las elecciones para la jefatura de gobierno en la capital. El otro gran componente del triunfo de Sheinbaum es el Presidente, pero en la elección la figura, el discurso y la imagen de Sheinbaum se convirtieron en un elemento de decisión para los capitalinos.

En los últimos meses Sheinbaum se ha metido en problemas que pueden trascender. Algo de ello se vio en las elecciones de 2021. La capital por primera vez en mucho tiempo se dividió, dejó de ser el centro nacional de izquierda. Algunos de los candidatos de Morena se sintieron, en medio de una alta dosis de soberbia, absolutamente seguros del triunfo antes de la elección; en algunos casos la derrota fue contundente y no pudieron ni meter las manos.

El voto ciudadano no sólo pasó por lo que sucedía en las alcaldías, de alguna manera también se estaba evaluando a la Jefa de Gobierno, quien como se ha visto en las últimas encuestas ha sufrido una baja en su popularidad y ha crecido la crítica, en muchos casos fundada.

A diferencia de la elección presidencial, la cual por ahora tiene tintes morenistas, la de la capital es una incógnita debido a que los ciudadanos están siendo cada vez más críticos con sus gobiernos, están viendo problemas que tienen en algunos casos su origen en la gobernabilidad de la capital.

El Metro se está convirtiendo en uno de los centros de la crítica. El problema pasa por lo que está sucediendo, pero también por la forma en que se responde desde el gobierno a lo que ha venido pasando desde hace algunos años. No hay manera de responsabilizar a los “conservadores”, porque la izquierda ha gobernado la capital desde 1997; si se responsabiliza al pasado tendrán que verse en el espejo.

La forma en que se ha manejado el colapso de la Línea 12 sigue sin ofrecer pistas claras. Se han enredado quizá tratando de que pase el tiempo y gane el olvido, o quizá también están esperando el destape presidencial oficial para lanzar culpas dependiendo de quién sea el candidato o la candidata.

La “corcholata” mayor anda en tiempos complicados. Por más que el Presidente la tenga en sus ánimos y decisiones ella tiene que resolver en lo inmediato los problemas que le andan rodeando. El agarrón ya está a todo lo que da empezando por lo que anda pasando en su propio partido.

RESQUICIOS

El tema del plagio es muy complicado. La importancia de solucionarlo en el corto plazo tiene que ver con tratar de que la Corte y la UNAM se desgasten lo menos posible. Dato importante, en noviembre la Universidad tendrá nuevo rector o rectora.