El Plan B y lo que se viene
Por Javier Solórzano Zinser
La virtual aprobación en el Senado del Plan B llevará a que la minuta se regrese a la Cámara de Diputados para que se apruebe y así el Presidente tendrá parte de una reforma que ha buscado mucho tiempo.
Los problemas están por venir. El Plan B acabó por ser un conjunto de cambios que en muchos de sus aspectos son inconstitucionales. De nuevo se convirtió la austeridad, cercana al austericidio, en uno de los factores de definición del cambio sin importar las consecuencias que puedan dejar en las estructuras de la gobernabilidad plural y democrática.
El ahorro va a ser relativo, porque para desarrollar el proceso electoral se requiere de una infraestructura que cuesta, la cual permite técnicamente el desarrollo de las elecciones. El ahorro pasa por un lado, pero quizá en lo que tendríamos que poner la atención es en que el Presidente tiene inconformidad histórica con el INE.
El punto de quiebre no es el 2006. Es 1988 cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue derrotado a la mala por los aparatos del gobierno desde la Secretaría de Gobernación, quien en aquel entonces encabezaba, lo que son las cosas, Manuel Bartlett; queda para la historia “se cayó, o calló, el sistema”.
En la elección del 2006, el INE no fue el eje de la derrota de López Obrador. Se conjuntaron una serie de factores entre los que estaba el Presidente Fox, quien fue señalado por los tribunales, al tiempo que reconocían que no tenían suficientes elementos legales para sancionarlo.
En aquella elección, López Obrador quizá creía que iba por la libre, recordemos que incluso no se presentó a un debate. Muchas cosas dejó de hacer en la campaña por sentirse realmente cerca del triunfo, lo que no quiere decir que no se hayan utilizado los aparatos de gobierno en favor de Felipe Calderón, quien paradójicamente no era el candidato de Fox.
Al paso del tiempo se hicieron muchos cambios electorales derivados de la experiencia de lo sucedido, pero también por una justa exigencia de la oposición y del hoy Presidente.
Se está tratando de cambiar un instituto que genera confianza, credibilidad y al cual la sociedad tiene bajo una opinión francamente favorable y que además validó el voto de 30 millones de personas a favor de López Obrador.
La aprobación del Plan B va a echar andar una nueva organización en los procesos electorales que puede al final provocar confusión, desconfianza y ventajas para el partido en el poder.
La experiencia del INE es un factor clave para que la sociedad crea y confíe en el desarrollo de las elecciones. Morena y en otro tiempo los partidos en el poder han señalado a los órganos electorales, siendo que éstos han sido diseñados por los propios partidos.
Si una elección tiene irregularidades se quiere señalar al INE, pero poco se repara en los partidos que hacen cualquier tipo de artimaña con tal de ganar.
A esto sumemos que la delincuencia organizada es tratada con un exceso cuidado, siendo que debería atacarse directamente porque en diversos municipios tiene presencia real e influencia electoral.
Con tal de cambiar, en donde prevalece el intento de desarticulación del INE, se está pasando por alto lo que podemos vivir en la elección del 2024.
La ruta será a partir de mañana el regreso de la minuta a diputados para que hagan los cambios que quiere el Presidente y los senadores de Morena para que el Ejecutivo expida las nuevas disposiciones.
Después nos iremos a la Corte que tendrá que resolver el asunto 90 días antes de las elecciones.
RESQUICIOS
Argentina-Messi está más cerca que nunca de ser campeona del mundo. Todavía le falta Francia o Marruecos que se juegan hoy su destino, si nos atenemos al pasado, será Francia, si nos atenemos al presente, el jueves está en el aire. Argentina venció a una extraordinaria generación de futbolistas croatas que están entrando a su etapa final. Ayer hicieron hasta donde les fue posible, pinta lo sucedido el inevitable cambio de un jugador fuera de serie, Modric.