Remembranzas

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Soriano

 

Por Leticia Perlasca Núñez

 

Hoy queremos recordar al gran artista plástico, Juan Soriano. Nace un 18 de agosto de 1920 en Guadalajara, Jalisco.

Juan Francisco Rodríguez Montoya, conocido como Juan Soriano, falleció en 2006 en la Ciudad de México, pero su legado artístico es eterno.

 

Soriano estudió pintura con los ya consagrados Roberto Montenegro, y Chucho Reyes Ferreira. A los dieciséis años presenta su primera exposición individual. Viaja a la capital en 1935 donde su pintura no tarda en obtener reconocimiento.

 

En 1936 ingresa a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y en 1950 hace su primer viaje a Europa, instalándose en Roma hasta 1952.

Durante su estancia en Roma surge el interés de Soriano por la escultura: trabaja entonces terracotas y cerámicas. De regreso en México su lenguaje pictórico busca y encuentra nuevos caminos expresivos. Es asimismo el tiempo de la colaboración como diseñador de diversos ballets y obras teatrales.

 

En 1956 viaja otra vez a Europa y visita Grecia, experiencia que enriquece su pintura tanto en tema como en procedimiento. En 1962 presenta catorce retratos de Lupe Marín; Octavio Paz escribe un texto alusivo.

En 1983 se organiza una gran retrospectiva en homenaje al pintor. Expuso en importantes Museo del mundo, entre ellos el Museo Reina Sofía de España.

En 2005 obtuvo la Medalla de oro de Bellas Artes; en tres ocasiones fue designado Artista productor por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

El Mozart de la pintura y el niño eterno (l’enfant terrible), es como han calificado amigos, familiares y artistas de los más diversos géneros, así como la crítica especializada, al artista plástico jalisciense Juan Soriano, quien creó su propio lenguaje entre el realismo y el romanticismo, con lo que dejó una profunda huella en la pintura y la escultura.

Sobre la finalidad del arte, Soriano comentó en una ocasión “No se puede decir que el arte te va a servir para hacer, con ciertas reglas, política, filosofía o química. No. El arte tiene todo esto, pero combinado, es un conjunto, es el hombre: el hombre que sufre, piensa, teme, imagina, y todo esto lo conjuga; por eso, el arte puede abarcarlo todo, porque no es, en sí, moral o inmoral, político o apolítico: lo es todo”.

 

@PerlascaLety

 

FB Leticia Perlasca