Este martes 21 de junio presentó su renuncia como docente de El Colegio de Veracruz (Colver) el reconocido filósofo y académico Adolfo García de la Sienra, al acusar que fue “sancionado” por el rector de la institución, Mario Raúl Mijares Sánchez, por expresar con libertad sus puntos de vista.
En su carta de renuncia, García de la Sienra explica que el motivo es que “no estoy dispuesto a participar en una institución académica en la que es imposible expresar puntos de vista cualesquiera, aún si fueren “subjetivos”, sin sanciones de la autoridad”.
Sentenció que “ello es enteramente ajeno a la naturaleza de una institución tal y no augura un futuro promisorio para la misma”, y calificó como “absolutamente inadmisible, e impropios del Rector de una institución académica, los epítetos con los que usted me ha calificado por mi participación en el conversatorio ‘Razón y sinrazón en los discursos políticos de hoy”.
Luego del conversatorio al que se refiere García de la Sienra -celebrado en el mismo Colver el pasado 15 de junio y en el que participaron también los filósofos y académicos Julio Quesada Martín y Víctor Borges Caamal-, el rector Mario Raúl Mijares Sánchez publicó en su red un texto en el que los llamó “filósofos, patriarcas de la falsa consciencia” y desacreditó lo que expusieron a partir de sus prejuicios ideológicos.
Según él, “algunos razonamientos de los expositores estuvieron desprovistos del citado rigor académico, tan necesario en tiempos de agitación y virulencia sociales”, por lo que “bajo ninguna circunstancia podremos convalidar o arropar exposiciones que carezcan del rigor académico, utilicen un lenguaje ofensivo o abonen a un sesgo ideológico personal o subjetivo.
Haciendo gala de su ignorancia, Mijares afirmó en su publicación que “la ciencia política, a diferencia de la filosofía, nombra las cosas como es necesario y de acuerdo con realidad, apartándose de todo subjetivismo posible gracias a que se ampara en la teoría política, y no en el reduccionismo simplista”.
García de la Sienra enfatizó que es “sumamente grave que un funcionario público se atribuya la facultad de determinar cuál es la consciencia falsa y cuál la verdadera, pues ese tipo de juicios son francamente inquisitoriales”, por lo cual “le estoy presentando mi renuncia, efectiva a partir del 1 de julio de 2022, a las horas de clase que he venido impartiendo en el Colegio de Veracruz durante ya varios años”.
