Julio Scherer Ibarra, ex consejero jurídico de la Presidencia, presentó una denuncia contra el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, por tráfico de influencias, coalición de servidores públicos y asociación delictuosa.
«La ley me impone el deber de denunciar al constarme hechos probablemente constitutivos de delito. Tal como lo expuse en la carta publicada el 20 de marzo en el semanario Proceso.
«En algunos casos he sido testigo y en otros víctima de hechos que involucran, de manera directa, principalmente al hoy Fiscal Alejandro Gertz Manero y otros servidores públicos», refiere la denuncia interpuesta el viernes ante la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, dependiente de la FGR.
Entre los funcionarios involucrados están el subprocurador Juan Ramos López; el fiscal Manuel Granados; Adriana Campos, de la Fiscalía Especializada en Asuntos Internos, y la agente del Ministerio Publico, Eugenia Castañón.
«Utilizaron su poder y sus cargos para convertir a la Fiscalía General de la República en un aparato público que únicamente ha funcionado y funciona para ejecutar las venganzas personales de su titular, valiéndose de lo más fuerte que puede tener el Estado que es el poder punitivo de dicha institución para poder saciar dichas vendettas», indica la denuncia presentada ante la Fiscal María de la Luz Mijangos.
Scherer argumentó que el actuar de Gertz Manero no es nuevo y que ha quedado en la memoria pública, en la de testigos y víctimas, de una persona convenientemente parcial, eminentemente vengativo y envenenado.
«Hoy, los ‘enemigos’ del titular de la Fiscalía General de la República son el único blanco de la justicia, su justicia. Prueba de ello son las diversas investigaciones (fabricaciones), persecuciones y pesquisas que ha iniciado en contra de su familia política, de científicos, de personajes relacionados con la UDLAP, de mujeres, empresas, empresarios y otras personas que son ajenas a su visión o a sus intereses», asegura.
En el documento citó a Carlos Montemayor, crítico de los problemas de inseguridad en la Administración del panista Vicente Fox, cuando Gertz estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública.
«La más escandalosa de las arbitrariedades del Fiscal General de la República por la trascendencia pública que cobró, fue la privación de libertad con la que sometió a su propia cuñada, la señora Laura Morán y el encierro de la hija de ésta, Alejandra Cuevas, durante 528 días», recordó Scherer.
«Sin poderlo probar, el Doctor Alejandro Gertz Manero las acusó de asesinar a su hermano Federico por falta de cuidados. Las acusadas piensan, según entrevistas públicas, que la única motivación posible del odio del Fiscal, es que el señor Federico Gertz Manero era prestanombres de su hermano, el Doctor Alejandro Gertz Manero, y ellas habrían podido intentar despojarlo de una gran parte de la fortuna que constantemente sigue aflorando», añadió ex el consejero jurídico.
Aunque la Suprema Corte resolvió el caso a favor de Laura Morán y Alejandra Cuevas, Scherer recordó que el titular de la FGR se valió de los recursos de esa institución para efectuar un litigio personal junto con su Fiscal de Control Competencial, Juan Ramos López.
Además, Scherer refirió que en una reunión con Gertz, éste le pidió gestionar ante el Poder Judicial de la Federación el desechamiento de los amparos promovidos por la familia Morán, petición que rechazó.
«Por ello, al final de esa reunión, (Gertz) terminó desafiante: ‘usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo'», acusó Scherer.
Otro caso, dijo, es el de Emilio Lozoya, ex director de Pemex, quien negocia un «acuerdo reparatorio» a cambio de 10.7 millones de dólares para salir de la cárcel.
«Hoy sabemos que Emilio Lozoya vivió un encierro privilegiado que sólo terminó por un escándalo público y que le han ofrecido distintos criterios de oportunidad para dejar la prisión», añadió.
También recordó el intento de Gertz para encarcelar a 31 científicos luego de que esa comunidad protestara contra su incorporación al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Otro pleito personal del Fiscal, abundó Scherer, es el de favorecer judicialmente a Gabriel Alarcón Velázquez , acusado desde años atrás de haber defraudado a su familia al apropiarse de una herencia de cientos de millones de dólares.
«A esta cascada de desfiguros, abusos de poder y despilfarro de recursos para las venganzas personales, protegido por políticos y actores públicos que le temen o supuestamente lo admiran, yo me pregunto, ¿cuándo rendirá cuentas el Fiscal General de la República?», planteó Scherer.
«Por su incapacidad como Fiscal, con avances inexistentes en procuración de justicia, con un País ensombrecido por la impunidad y lastimado por la violencia extrema; por su obsesión de hacer de la Fiscalía un despacho para dirimir asuntos personales con recursos públicos según sus intereses; por traicionar al Presidente de la República que depositó en él su confianza y al pueblo de México; por extorsionar desde el poder y fabricar delitos», reprochó.
Scherer anticipó que Gertz y sus colaboradores están iniciando carpetas de investigación en su contra con motivo, entre otras cosas, de las denuncias del abogado Juan Collado, por supuesto tráfico de influencias y extorsión.