El gobernador Cuitláhuac García Jiménez centró su discurso y el mensaje institucional de su administración en un supuesto combate a la corrupción y en el resarcimiento de “los daños de toda la robadera que padecimos”, al comparecer ante el Congreso del Estado con motivo de su tercer informe de gobierno.
Para iniciar, dijo que en la cuarta transformación “no defendemos corruptos, sino que actuamos de frente al pueblo para hacer realidad el principio de combatir la impunidad que alimentaron quienes me antecedieron”.
Dijo que no fue elección de su administración dirigir esfuerzos mayúsculos a resarcir “los daños de toda la robadera que padecimos”, y aseguró que “estamos limpiando la casa de tantas ladronerías pasadas”, en referencia a los gobiernos de Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes.
“Hoy quedan incluso algunos desmemoriados que en su momento no solo callaron, sino que aplaudieron el vertiginoso endeudamiento bancario en que nos arrastraban a todo el pueblo veracruzano.
“Solo por refrescar uno de aquellos eventos: en la ominosa bursatilización ejecutada en el sexenio de Fidel Herrera, cuando Javier Duarte era su secretario de Finanzas, hubo quien desde una cómoda curul enmudeció ante semejante robo disfrazado al erario”, soltó, sin dar nombres, para luego acusar al gobierno de Yunes Linares de “pactar con delincuentes”.
Y para eludir la responsabilidad de los numerosos funcionarios de su gobierno acusados de hostigamiento y abuso sexual, sacó a cuento las presuntas agresiones del ex secretario de Gobierno del bienio yunista, el perredista Rogelio Franco, contra su esposa, mismas que sus propias hijas han desmentido.
“¿Quiénes son los pretendidos misóginos que señalan algunos miembros de la oposición? ¿No fueron algunos de ellos quienes conformaron (sic) parte de un gobierno calló la agresión de una mujer desde un alto cargo durante el yunismo?”, manifestó García Jiménez.
“Guerra” de pancartas
Durante la comparecencia, algunos diputados del PAN –salvo el coordinador de la bancada, Othón Hernández Candanedo, y la más “morenista de las panistas”, la plurinominal Nora Lagunes- sacaron pancartas con la leyenda “No más presos políticos”, en referencia a Tito Delfín Cano, encarcelado mientras estaba en campaña por la dirigencia estatal del PAN.
La bancada de Morena ya estaba preparada con las suyas –“alguien” les avisó lo que harían los panistas-, con la frase “no hay presos políticos, hay corruptos presos”.
