Quebradero

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Allá hablan y aquí sólo escuchan

 

Por Javier Solórzano Zinser

A pesar de que el secuestro de El Mayo Zambada fue en Culiacán, en nuestro país no hay versión oficial.

El gobierno de Sinaloa se hizo no casualmente bolas, y habló de un asesinato de uno de los personajes que presuntamente estuvo presente asegurando, con todo y video, que lo habían asaltado en una gasolinería.

La declaración hablando inglés ante las autoridades de EU de quien fuera el secuestrador, Joaquín Guzmán López, confirma que al gobierno estatal y federal les pasaron por encima. Quizá el de Sinaloa con conocimiento de causa, pero sería muy cuestionable, en función de sus servicios de inteligencia, que en el Gobierno federal no hubieran tenido registro.

Las declaraciones de las autoridades mexicanas confirman que ciertamente no sabían nada u optaron por hacer como si no supieran. El expresidente López Obrador en diferentes ocasiones solicitó información, paradójicamente, en nuestro propio territorio. Lo mismo ha dicho la Presidenta y ambos han solicitado información oficial de las autoridades de seguridad y judiciales de EU, las cuales no han reportado absolutamente nada.

Lo paradójico es que días después del secuestro el entonces presidente de EU Joe Biden, felicitó a las autoridades de su país por la acción en contra de El Mayo.

En suma, un galimatías provocado que dejó a las autoridades mexicanas fuera de la jugada con peticiones que en el fondo los evidenciaban y evidencian.

De alguna manera se sabía buena parte de lo que declaró complacientemente El Chapito. Aseguró que el secuestro fue para tratar de quedar bien con las autoridades de EU en un asunto que involucraba también a su hermano Ovidio, dejando en claro que nadie le había pedido llevarse a El Mayo; digamos que lo hizo para quedar bien, en función de lo que bien sabe que se le viene.

Aunque no lo vayan a hacer, las autoridades mexicanas tienen mucho que explicarnos. Porque lo que ha pasado este año y meses en Sinaloa, señaladamente en Culiacán, ha colocado a sus habitantes en medio de una brutal guerra lo que les ha cambiado, de manera brutal, su sentido de la vida. Si nos atenemos a lo que dijo el todavía intocable gobernador, esto se va a acabar cuando se dejen de pelear.

Las declaraciones de El Chapito debieron dejar entre las autoridades mexicanas, enormes inquietudes y la imperiosa necesidad de investigaciones a fondo, a pesar de que a estas alturas todo se ve tardío.

En algunos estados seguimos teniendo a los cárteles de la droga como los ejes sobre los cuales se mueve la vida de los gobiernos y de los ciudadanos.

Son entidades gobernadas por Morena por lo cual no da para buscar responsabilidades en otros gobiernos. Los grandes problemas en Sinaloa, Michoacán, Chiapas, Tabasco, Guerrero y BC, entre otros son morenistas. No hay manera de colocar a los neoliberales como responsables. Ubiquemos también en el mapa a Veracruz, en donde en medio de tumbos, la gobernadora acaba de informar que logró reducir a un poco menos de la mitad la deuda del estado que creció de manera desproporcionada en la pasada administración, encabezada también por Morena.

Las declaraciones de Joaquín Guzmán López tienen su dosis de “correr por su vida”. Sin embargo, deja en evidencia que la delincuencia organizada se mueve a su antojo y no hay manera de hacerlo si no es con la complicidad de los gobernantes.

Presumimos que lo mucho que todavía tiene por declarar El Chapito alcanzará a las autoridades. Si no se hace pública la información es porque la han de administrar, que a estas alturas con un presidente como Trump es la mejor estrategia.

RESQUICIOS.

Sus razones tendrá la Presidenta para no asistir a la inauguración del Mundial, evento que promueve un día sí y otro también. A lo mejor recuerda cómo le fue a Díaz Ordaz en el 68 y 70; a De la Madrid en el 86; a López Obrador inaugurando la temporada de su deporte favorito; les fue de la cachetada y eso que el beisbolero estaba en el apogeo de su popularidad.