Se busca una oposición de usos múltiples
Por Javier Solórzano Zinser
Pareciera que la Presidenta se anda buscando una oposición a pesar de que aseguraron que estaba perdida.
En los últimos días la ve por todas partes. Igual le aparece en una marcha que detrás de los transportistas quienes protestaron, en ambos casos, por la inseguridad bajo la cual viven.
De repente resulta que el PRI-PAN y ahora también el PRD tienen la fuerza suficiente como para movilizar a un gremio, como el de los transportistas y trabajadores del campo, y también para echar a andar una manifestación que no se puede soslayar que fue en términos nacionales objeto de atención.
Ante la manifestación se dedicaron durante días a tratar de evidenciarla, y a dar a conocer bots, los cuales al final, buena parte de ellos resulta que tenían nombre y apellido.
Desde el Gobierno y Morena se la han pasado insistiendo en que la oposición está diluida, que no avanza, que está mínimamente representada y que ha perdido territorio; la menosprecian en todo momento. Es cuestión de seguir las mañaneras para darse cuenta de que la oposición para el Gobierno, es un mal necesario. Sin embargo, si nos atenemos a lo que dicen funcionarios y dirigentes del oficialismo en estos días, la oposición ha resurgido o algo parecido.
En sentido estricto, mucho de razón tiene el Gobierno respecto a la oposición. No ha logrado superar el tsunami del 2018, y por como van las cosas, son otros los elementos que intervienen para que la oposición, no necesariamente partidista, pueda convertirse en un actor central real ante los ciudadanos.
Una de las razones más importantes para poder entender el por qué la oposición se ha ido perdiendo es por su falta de presencia en territorio. En varias ocasiones hemos insistido en que la fuerza del oficialismo, particularmente de Morena, radica en que no deja de estar presente en todos los estados del país, los gobierne o no.
Quizá se andan buscando una oposición para diluir o pasar a segundo plano los muchos líos que van apareciendo regularmente al interior de Morena. El Gobierno tiene que identificar que ha venido creciendo en el país una inconformidad real y tangible, que por ahora puede no preocuparle, porque están lejos las elecciones, pero que en menos de dos años podría resultarle un dolor de cabeza que puede manifestarse en votos en favor de la oposición, que más que ofrecerle una alternativa lo que pudiera presentarse en el fondo es un voto de castigo, como el anunciado por Grecia Quiroz.
Por cierto, totalmente fuera de lugar las declaraciones de un senador del oficialismo que toda su vida fue un militante de izquierda controvertido, pero que tenía respeto de unos y otros, por ser un personaje genuino, o eso parecía, de la izquierda. Hoy con sus actitudes y sus declaraciones se ha convertido en un problema real no sólo para Morena, sino para la mismísima Presidenta; no vemos cómo la Presidenta pudiera tener a esas alturas algún tipo de identidad con el personaje.
La oposición mientras tanto se la pasa construyendo molinos de viento. Sin que sea del todo convincente el desmentido del llamado PRIAN sobre su participación en la multicitada marcha sabatina, no pareciera tener por ahora la capacidad de poder movilizar a tanta gente.
Quedó la impresión de que si se trataba de subirse a una manifestación que no era de ellos lo único que hicieron, si así fuera insistimos, fue quitarle el sentido que originalmente tenía. Si participaron en ella embozados es lamentable y los pinta de cuerpo entero.
La oposición no avanza, porque no tiene un proyecto que le permita aparecer ante la ciudadanía con credibilidad, respeto y como una alternativa.
Andan buscando una oposición de usos múltiples.
RESQUICIOS.
A la 4T se le va a revertir su silencio o complicidad con sus militantes que se han dedicado a generar críticas en el absurdo, como es el caso del senador Fernández Noroña y el de la diputada del “dato protegido”, entre otros; la insensibilidad les acompaña.