No a la revocación, por ahora
Por Javier Solórzano Zinser
A diferencia de lo que ve la oposición, no necesariamente encontramos preocupaciones profundas del oficialismo por el resultado de las elecciones del 2027. Sin dudar que se presenten resultados sorpresivos, Morena por ahora enfrenta más problemas internos que los que le puede provocar la oposición.
La propuesta de llevar a cabo la revocación de mandato el mismo día que la elección si bien puede ser vista como una estrategia ante los problemas que, ciertamente, se están viviendo en algunos estados, particularmente en materia de seguridad, no necesariamente pudieran acabar en un ánimo contrario en las urnas.
Es cierto que en algunos estados gobernados por Morena se ha dado un franco desaseo en la gobernabilidad. Sin embargo, el aparato de Gobierno se ha movido de manera puntual a través de las políticas públicas que a estas alturas nadie se quiere perder.
Es evidente que puede importarles mucho a los ciudadanos la inseguridad y la salud, pero las políticas públicas acaban por darle una capacidad de maniobra en su vida cotidiana a buena parte de la gente que acaban agradeciéndolo con su militancia partidista. Esto se ha convertido en el gran enganche entre el Gobierno y los ciudadanos; sumemos que 13.8 millones de habitantes han dejado de estar en la pobreza.
Tiene su dosis de incógnita conocer qué tanto se traslada la popularidad de la Presidenta a los procesos electorales en los estados. De alguna manera, todavía vivimos bajo el tsunami del 2018, y todavía vivimos también bajo la falta de reacción de la oposición.
El PRI sigue desarticulado cerca de desaparecer, el PAN juega a relanzarse y MC quizá sea el partido que mejor esté entendiendo el tiempo que se está viviendo, en medio de los abrumadores triunfos de Morena y sus aliados.
Puede resultar hasta ocioso que haya una revocación de mandato siendo que la Presidenta alcanza una popularidad entre el 70 y 75%. Es probable que la revocación busque cohesionar al oficialismo más que medir la popularidad de la mandataria, no se ve cómo puedan cambiar las cosas en el 2027.
Esta elección será el gran antecedente para la elección del 2030, y si bien la oposición puede ser un factor como parte del juego político, Morena y sus tribus tendrán que decidir importantes candidaturas, empezando por la presidencial.
Colocar la consulta sobre revocación el mismo día que las elecciones del 27 será una ventaja para su partido y sus aliados. Por ahora, no se alcanza a apreciar una suerte de acuse de recibo entre los ciudadanos en función de lo que pasa en algunos estados gobernados por Morena.
Lo que pasó en Michoacán ha cambiado algunos paradigmas. Todavía no sabemos hasta dónde llegarán las cosas, pero es evidente que por lo menos en Uruapan las cosas se ven muy diferentes a partir del asesinato de Carlos Manzo. El gobernador de Michoacán lleva un buen tiempo siendo señalado por varios motivos.
Las últimas mediciones colocan a las y los gobernadores de Sinaloa, Michoacán, BC, Sonora, Veracruz, Colima, Nayarit, Guerrero, Oaxaca y Puebla, entre otros, con buenos niveles de popularidad. La constante es que los ejecutivos estatales a pesar del desaseo y de las innumerables críticas que reciben andan como levitando.
El debate sobre la revocación también pasa por aspectos legales. Uno de ellos es si se puede cambiar de fecha siendo que no estaba contemplado en las reglas bajo las cuales Claudia Sheinbaum fue electa.
Como fuere, las cosas se harán como quiera la mayoría, o sea la revocación y la elección serán el mismo día.
RESQUICIOS.
Si de por sí tenía su razón de ser considerar el aspecto político en el asesinato de Carlos Manzo, la forma en que murió su presunto agresor lo confirma. Cada vez va quedando más claro el crecimiento y fuerza a nivel estatal que iba adquiriendo Manzo.