El colectivo estudiantil que mantiene la toma de la Unidad Académica de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV) denunció públicamente una ruptura unilateral de acuerdos por parte de las autoridades universitarias, luego de que se anunciara el reinicio de clases en modalidad virtual a partir del lunes 10 de noviembre.
La decisión, afirmaron en un pronunciamiento leído por representantes de los estudiantes, contradice los compromisos firmados y representa una represalia institucional contra el movimiento.
La toma de instalaciones comenzó el 16 de octubre como respuesta a lo que los estudiantes califican como “falta de acción oportuna” ante las afectaciones provocadas por las lluvias que inundaron varios municipios de la zona norte del estado, particularmente Poza Rica y Tuxpan. El colectivo subraya que su movilización no está relacionada con disputas sobre la legitimidad del rector en funciones, ni con partidos políticos, ni con otras agrupaciones o paros universitarios. Su demanda central es una respuesta institucional adecuada ante la crisis ambiental y social en el norte del estado.
Durante las semanas posteriores al inicio del paro, los estudiantes sostuvieron reuniones con autoridades universitarias, logrando acuerdos como la suspensión indefinida de clases mientras se atendían los puntos del pliego petitorio. Sin embargo, denuncian que las autoridades académicas comenzaron a aplazar, cancelar o entorpecer los encuentros pactados, obstaculizando el seguimiento de los compromisos.
El pasado 5 de noviembre se llevó a cabo una reunión con Martín Aguilar Sánchez y el secretario académico Arturo Aguilar Ye, quien firmó un acta en la que se comprometía a dar seguimiento a las propuestas estudiantiles mediante tres reuniones: dos con autoridades universitarias y una tercera con directivos y docentes, destinada a definir estrategias de evaluación para restaurar el semestre. La entrega de instalaciones dependía del cumplimiento satisfactorio de estas reuniones.
El 6 de noviembre, la directora de Humanidades Yolanda Francisca González Molohua y el titular de la Coordinación Universitaria de Atención Estudiantil Homero Ávila Landa visitaron las instalaciones para consultar el cronograma de reuniones. Los estudiantes accedieron a adelantar las fechas y reenviaron el cronograma editado. Desde entonces, no recibieron respuesta.
En cambio, el 7 de noviembre se publicó un comunicado oficial de la Secretaría Académica de la UV, en el que se acusa al colectivo de falta de interés para cesar el paro y se anuncia el reinicio de clases virtuales. Para los estudiantes, esta acción representa una ruptura de los acuerdos firmados y una represalia institucional que ignora el avance logrado en el diálogo
Calificaron como “falsa” y “vergonzosa” la postura de Arturo Aguilar Ye en el oficio enviado para buscar romper el paro, en el que señaló que no existió respuesta formal del alumnado. Los voceros del movimiento sostuvieron que existe evidencia de los correos enviados como prueba de lo contrario.
El colectivo expresó su “incertidumbre, confusión y decepción” ante lo que consideran una invalidación de su esfuerzo por parte de autoridades que deberían respaldar a la comunidad estudiantil. Reiteraron que la unión estudiantil debe ser respetada, no amedrentada ni deslegitimada.
“Esta decisión y todo lo que la rodea nos parece un intento evidente de debilitar nuestro movimiento, una negativa a continuar el diálogo horizontal y una franca traición al ambiente de respeto que se había construido en ambos lados.
“Por esto el colectivo se ve en la obligación de alzar la voz para demostrar que la unión estudiantil debe ser respetada, no invalidada, ni amedrentada por autoridades que dicen estar para la comunidad estudiantil.
“Retomamos las palabras del comunicado (de Secretaría Académica): ‘la Universidad Veracruzana ratifica su disposición permanente al diálogo’. ¿Cómo, si se prefiere presionarnos de manera indirecta antes que persuadirnos mediante la palabra? ¿Cómo, si se pasa por alto lo que habíamos decidido en conjunto? ¿Cómo, si se pretende –es el mensaje implícito- que abandonemos el paro por temor a las consecuencias académicas y no por la satisfacción de nuestras demandas?”, enfatizó el colectivo.
Y sentenció: “el paro continúa y el descontento persiste”.