El pueblo identifica la ineptitud y ahora, la llora
Por Mónica Camarena Crespo
La situación de miles de familias en la zona norte de Veracruz es una desgracia mortal que no debió ocurrir, todos lo sabemos. Los avisos no se dieron a tiempo para un desalojo ordenado y los pronósticos meteorológicos fueron ignorados desde inicio, son tiempos de “gozadera” de aquí hasta el 2030, lo demás no importa.
Hoy el dolor inunda a miles de veracruzanos de la Huasteca que perdieron todo, pero todo. Los que conservan la vida, lloran a diario porque no tienen un techo seguro, tampoco papeles de identidad, ni ropa.
La desgracia mayúscula la padecen las comunidades indígenas del norte de Veracruz, varias por cierto que desaparecieron, aunque el gobierno busque minimizar las cifras de muertos y desaparecidos.
Ante la ineptitud de los gobiernos estatales, la presidenta satura cifras que a la mayoría de los damnificados no les importa.
Sheinbaum presume en redes: “Acudimos a los centros de entrega de apoyos para familias damnificadas de Poza Rica y Álamo, en Veracruz, así como de La Ceiba, Puebla. Avanza el censo a viviendas, la apertura de caminos y las labores de limpieza; CFE ya restableció 99.79 por ciento de suministro eléctrico y continúa la asistencia a la población por parte de las Fuerzas Armadas”.
Y como no, la presidenta ya se dio cuenta que los gobernadores de la Huasteca están alejados del pueblo, advenedizos en su mayoría, sin conocimiento de desastres naturales, improvisados, pero sobre todo, soberbios.
El control del “no control” de daños, los ha llevado a bloquear los caminos para quienes de manera espontánea llevan ayuda ciudadana a las zonas de desastres, en este caso nos referimos a Poza Rica y Álamo, Veracruz.
No pasará mucho tiempo para que todos tengamos cifras más apegadas a la realidad del desastre que se pudo evitar. De los muertos que no tendríamos que estar contando y de las pérdidas materiales que tardaran años en recuperarse, si es que se recuperan.
En Veracruz, la gobernadora se da el lujo de sonreír, desafiar el coraje del pueblo y decir, son “buitres” y “carroñeros”. Pues bueno.
Ágora
Las pérdidas agrícolas y ganaderas de las que nadie habla son incuantificables. Y eso que en el gobierno de Veracruz dicen que hay expertos.
X: @monicamarena
