Revocaciones previsibles
Por Javier Solórzano Zinser
La Presidenta está pasando por momentos complicados y quizás a eso se debe la narrativa que estado utilizando los últimos días, ayer de plano se dedicó a defender a López Obrador, más que como una reivindicación como un elemento para llamar la atención. Se han abierto frentes que no necesariamente son de su responsabilidad los cuales inevitablemente tiene que atender.
En la dinámica morenista está defender, en muchas ocasiones sin investigar, a los suyos. El caso de la diputada morenista de BC, Araceli Brown, quien es acusada en EU de tener nexos con La Mayiza, muestra el actuar de la Presidenta
En muchos casos todo está llegando muy lejos. Se le ha revocado la visa a personajes de alto nivel de la política, la gobernadora de BC y su marido por ejemplo. La diferencia con la diputada es que le han congelado sus cuentas y la situación ha adquirido una dimensión distinta de los otros casos en que se han revocado las visas.
Con la diputada federal EU presentó “razones” a diferencia de lo que sucedió con otros políticos, en las que fueron los propios afectados los que dieron cuenta del hecho. La legisladora en su defensa asegura que le debieron informar y que no entiende porque, incluso dijo que la semana pasada estuvo en San Diego.
Los procesos en este tipo de decisiones pueden formar parte de una dinámica en la que se está investigando, podría ser que se estén sumando elementos y que con lo que se tiene se vayan tomando las decisiones.
La Presidenta con razón ha pedido elementos para saber los motivos. En los últimos meses la relación entre nuestro país y EU se ha complicado aún más de lo que de suyo es. Se ratifica la desconfianza que creció aún más con la pasada administración, sin pasar por alto que EU se guarda al máximo la información por la desconfianza que provoca en manos de las autoridades mexicanas.
México tiene que exigir que le den las razones del porqué de las revocaciones. Pero también está obligado a investigar internamente lo cual, por ahora, no hay indicios plenos de que así sea; cada vez son más casos y por lo que se ve vienen más.
Es importante defender a quienes están siendo señalados por la autoridad de EU, pero también es clave investigar internamente cuáles son los eventuales nexos que pudieran tener con la delincuencia organizada.
Trump nos ha venido obligando a tomar medidas internas. No pasan por alto sus balandronadas o la de sus funcionarios lo cual enrarece aún más el ambiente. La procuradora dijo que Rafael Caro Quintero fue enviado a EU por exigencia de Donald Trump, con todas las secuelas que esto deja.
Este caso es particularmente importante para EU debido a que acusan al narcotraficante de ser el asesino del agente Enrique Camarena. Si bien este asunto tiene muchos años también es cierto que, para la DEA y para los diferentes gobiernos estadounidenses, es un tema de primera importancia con heridas abiertas.
Ciertamente es obligación de la Presidenta cuestionar el porqué se toman estas decisiones, pero también es cierto que no se puede defender a los suyos sin un proceso de investigación que permita saber si existe una relación entre la delincuencia organizada y los políticos referidos; es obvio que vendrán más casos de revocación de visa.
No hay manera de descartarlo porque existen evidencias claras de cómo a lo largo de muchos años han pasado muchas cosas muy rudas y violentas que dejan brutales secuelas.
Todo ello no puede pasar sin la relación cómplice entre los políticos y la delincuencia organizada.
Hay que defender a los afectados, por cierto, no sólo a los suyos, pero también hay que preguntarse por qué están pasando estas cosas. De por medio está la intimidación y la presión, pero también lo que pasa en nuestro país.
RESQUICIOS.
Julieta Fierro era maravillosa. Tenía sentido de humor, era una extraordinaria científica y entendió que había que salir de las cuatro paredes universitarias para difundir su trabajo, ya le extrañamos.