Quebradero

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Trump es el aquí y ahora

Por Javier Solórzano Zinser

La persecución en contra de los migrantes no va a parar. Trump quiere números y para ello no le importa lo que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU, ICE, en su papel policial, tenga que hacer.

Si el tema por momentos pareciera que se diluye o pasa a segundo plano no perdamos de vista que las cosas no han cambiado. Lo que sucede es que los migrantes han aprendido a sobrevivir en medio de la persecución. Han ido aprendiendo qué hacer sin bajar la guardia y buscando conseguir empleo como pueden, por más que inevitablemente ante las redadas estén materialmente escondidos.

Trump ha llevado las cosas al extremo. Insistimos en que quiere números que en el fondo es lo que les prometió a sus beligerantes seguidores en los tiempos de campaña. Prometió que iba a llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias con tal de que EU expulse a la mayor cantidad de migrantes del país.

Muchas familias se han roto. Se ha detenido a migrantes que llevan mucho tiempo en EU, pero que no tienen los papeles que los acrediten. Muchos empresarios los contratan y no les piden ningún tipo de papel para poder pagarles, esto sucede sobre todo en el campo.

Los migrantes saben bien en lo que están metidos. Ahora viven entre el temor y, en muchos casos, buscando quedarse esperando que este tiempo persecutorio pase de largo. Es un hecho que tendrán que esperar a que termine el Gobierno de Trump, pero también habrá que ver, como un asunto prioritario, qué es lo que el actual presidente va a heredar a futuro y si su partido conserva el poder.

Las elecciones del año que entra pueden cambiar en algún sentido el estado de las cosas. Si Trump pierde el congreso pierde la posibilidad de tener capacidad de maniobra para hacer lo que quiera, sin pasar por alto que muchas de las decisiones que ha tomado han sido frenadas por diferentes instancias propias del Estado. Puede darse incluso el caso que el presidente sea cuestionado, lo que podría provocar diversos escenarios.

El tema migrante tiene enfrentada a la sociedad estadounidense. Así como se han visto importantes vuestras de solidaridad en las calles, por parte de empresarios y organizaciones sociales, también se han visto ataques a los migrantes de la mano de la carga de racismo que impulsa Donald Trump.

Estos tradicionales días de fiesta mexicana en EU en muchos casos tendrán que cancelarse. El ICE está agazapado esperando que la gente vaya a las plazas para el Grito de Independencia, del cual a estas alturas nadie quiere participar. En Chicago, de plano cancelaron el Grito y más por la muerte de un migrante mexicano a manos del ICE cuando estaba siendo detenido para llevarlo a la cárcel, simple y sencillamente por ser migrante.

El gran problema que se viene para la Unión Americana es cómo van a enfrentar la herencia que ya va dejando su presidente. Se ha venido dando una confrontación interna, la cual ha tenido para Trump la ventaja de no tener enfrente a un partido político que lo pudiera cuestionar y, sobre todo, arrebatarle la narrativa.

Lo único que puede cambiar en algún sentido las cosas, sería que los estadounidenses optaran por los demócratas, quienes por ahora se ven sometidos y además muy lejos de poderle arrebatar a Donald Trump el poder.

EU tiene su presidente como eje de su vida cotidiana. Recientemente estuvo en el Abierto de Tenis de Nueva York y se llevó una rechifla. Pero también estuvo en el estadio de los Yanquis, donde existe una afición en verdad brava, y dividió opiniones; mal no le fue.

Los migrantes saben que es cuestión de tiempo. Su gran problema es el aquí y ahora y esto no tiene para cuando resolverse.

RESQUICIOS.

Es muy importante la detención en Paraguay de Hernán Bermúdez Requena. Para la Presidenta es una gran noticia. La cuestión es que hará con el personaje ligado íntimamente a una de las corcholatas. Es la oportunidad que ella misma ha estado buscando al echar a andar la maquinaria para buscar detenerlo.