Acusan plagio en prólogo para obra de Dostoievski publicada por la Universidad Veracruzana; responsable es quien escribe actualmente los discursos del rector Martín Aguilar

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Un grave señalamiento de plagio emerge en la Universidad Veracruzana (UV) tras revelarse que su edición 2013 de la obra del escritor ruso Fiodor Dostoievski “Memorias del subsuelo”, el prólogo firmado por Omar Valdés Benítez reproduce casi íntegramente un ensayo del escritor estadounidense David Foster Wallace.

El texto en cuestión, titulado “El Dostoievski de Joseph Frank”, forma parte de la antología “Hablemos de langostas”, publicada por Random House en 2007. La comparación entre ambos documentos muestra párrafos completos, citas, reflexiones y hasta notas al pie que fueron reproducidas sin atribución ni adaptación significativa al prólogo veracruzano.

El documento que denuncia el plagio expone cómo Valdés Benítez reproduce el análisis de Wallace sobre la obra de Dostoievski, incluyendo referencias a la biografía escrita por Joseph Frank, interpretaciones ideológicas del personaje del “Hombre del Subsuelo”, y reflexiones sobre la narrativa seria contemporánea. Incluso se conserva la estructura original del ensayo, con sus divagaciones filosóficas y citas literarias, como si se tratara de una transcripción directa.

Uno de los aspectos más irónicos del caso es que el prólogo plagiado no se enfoca realmente en “Memorias del subsuelo”, sino en el contexto de la obra y su recepción crítica, tal como lo hace Wallace en su ensayo. Esto sugiere que el autor del prólogo no solo copió el contenido, sino que ignoró la pertinencia temática del encargo editorial.

David Foster Wallace falleció en 2008, cinco años antes de la publicación del prólogo en la UV. Los derechos de su obra pertenecen a Random House, lo que abre la puerta a posibles acciones legales por violación de propiedad intelectual. Además, el caso plantea serias preguntas sobre los procesos editoriales y de revisión académica dentro de la institución.

La Universidad Veracruzana aparece como titular de los derechos de edición, mientras que Valdés Benítez -quien actualmente es quien escribe los discursos del rector Martín Aguilar- figura como autor del prólogo. La omisión de cualquier referencia a Wallace en el texto publicado agrava la falta ética, al presentar como original un trabajo que pertenece a otro autor.

Otra “coincidencia” es que el prólogo termina con una cita a Pierre Menard, el personaje borgiano que reescribió “El Quijote” palabra por palabra. Lejos de ser un homenaje, parece una confesión involuntaria del método empleado.

Más allá de lo legal, el episodio pone en tela de juicio la integridad editorial y académica de una de las principales universidades públicas del país.