Por Miguel Casillas
En la UV, los días que corren van incorporando estudiantes y profesores progresivamente a las actividades cotidianas. El periodo vacacional ha terminado y pronto comenzarán las clases. Es un momento apropiado para realizar un breve balance sobre el movimiento de resistencia contra la prórroga.
Como se recordará, la Universidad sufre una grave crisis institucional derivada del actuar equívoco, ilegal y faccioso de la Junta de Gobierno para otorgar una prórroga, por otro periodo, al rector actual que culmina su periodo a fin de mes. Fuera del marco normativo, inventando procedimientos no considerados por las leyes, otorgándose facultades no expresas, la Junta ha convalidado la actitud autocrática del rector, y con ello está haciendo estallar no sólo el marco normativo institucional sino despedazando prácticas institucionales que estaban en proceso de consolidación.
Como se recordará, antes de vacaciones inició un movimiento en defensa de la legalidad y contra la prórroga que tuvo como expresiones principales un par de manifestaciones públicas en las calles de Xalapa, la firma de un comunicado contra la prórroga de parte de una veintena de ex integrantes de la Junta de Gobierno, la expresión pública de cuatro ex rectores, un desplegado firmado por muchos y muy distinguidos abogados universitarios, una oleada indignada de articulistas y notas editoriales, también hay que considerar la significativa renuncia de dos integrantes de la Junta, y por supuesto, la muy relevante y mayoritaria expresión de profesores y estudiantes en el Consejo Universitario contra la prórroga.
Una vez otorgada la prórroga y vencido el plazo para emitir la convocatoria establecida por ley, el escenario es contra un hecho consumado y una violación expresa de las leyes universitarias.
Como lo advertimos, durante el periodo vacacional se fraguó un vigoroso movimiento por la legalidad. Se ha logrado integrar una acción unificada contra la prórroga a través de la conformación de la Red UV por la legalidad, conformada por una diversa gama de universitarios. Son cientos de universitarios de todas las regiones, de todas las áreas, estudiantes, trabajadores, profesores, funcionarios, jubilados y hasta algunos egresados que se organizan y manifiestan públicamente sus acuerdos. Es notoria la participación de cuatro exrectores y distinguidos ex integrantes de la Junta. Los más distinguidos artistas, académicos y científicos de la UV están contra la prórroga. La Red suma más de 500 integrantes y sigue incrementando su número de modo acelerado.
Durante el periodo se continuó ganando la batalla por la opinión pública. Es notoria la enorme cantidad de artículos, editoriales, notas, entrevistas y reportajes que han tratado el tema de la Universidad en todos los medios; la mayoría en contra de la prórroga. En las redes ha sido manifiesta una activa mayoría que apoya los textos, manifiestos y reflexiones contra la prórroga y contra la Junta de Gobierno. Además de algunos funcionarios que actúan obligados, se cuentan con los dedos de una mano a los académicos que apoyan públicamente en las redes al rector.
En el terreno jurídico, se sigue dando la batalla. En efecto se han interpuesto un número considerable de amparos, los cuales están siendo atendidos por diferentes magistrados y todavía ninguno llega a tener un resolutivo final. Ante requerimiento oficial, los miembros de la Junta deberán rendir cuentas de sus actos. Es probable que los amparos fructifiquen y desde el poder judicial se exija que se revoque el acuerdo de la prórroga y se expida la convocatoria como se establece en la legislación universitaria.
Mientras que durante el periodo vacacional el rector envió a escondidas a sus funcionarios para exponer las supuestas razones de la prórroga ante algunos integrantes del poder legislativo, un grupo representativo de la Red se entrevistó con el presidente de la junta de coordinación política del Congreso del Estado y expuso, con claridad y de modo transparente, los argumentos que sostienen la ilegalidad de la prórroga, destacó el amplio respaldo de la comunidad hacia el movimiento, y llamó la atención sobre el comportamiento faccioso de la Junta de Gobierno.
Durante el periodo vacacional, el rector y sus funcionarios estuvieron metidos de lleno en una campaña para tratar de legitimar y justificar la prórroga. Se ha amenazado a profesores, trabajadores y estudiantes; se ha tratado de inhibir la participación de los integrantes de la comunidad; se está operando desde la loma del estadio la renovación de los integrantes del Consejo Universitario para minar la oposición en ese órgano colegiado; se ha construido de modo deliberado una post verdad con falsas interpretaciones de las leyes y reglamentos; se han inventado logros y prometido de modo demagógico un futuro promisorio para la Universidad. La Universidad está financiando medios especializados en difundir noticias falsas y pareciera que desde algún lugar se están pagando boots y paleros encargados de denostar las opiniones críticas.
La resistencia está transformándose en una amplia movilización que involucra a cientos de universitarios que cuentan con el respaldo de padres de familia, periodistas y ciudadanos. El movimiento crece de manera exponencial y es evidente que cada vez es más amplio el compromiso por defender las leyes y normas institucionales. Los universitarios que se oponen a la prórroga se saben del lado correcto de la historia cuando se oponen a la imposición de esta enorme arbitrariedad.
Los escenarios de solución a la crisis institucional son inciertos. Sin embargo, es probable que de ahí emerja una nueva fuerza motriz capaz de impulsar una amplia reforma democrática de la Universidad. Ya lo veremos.