Petróleos Mexicanos (Pemex) emitió notas precapitalizadas como parte de su estrategia para fortalecer su posición financiera sin recurrir a un incremento inmediato de deuda registrada.
Esta herramienta financiera, utilizada en coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), forma parte de los esfuerzos del gobierno federal para apoyar a la empresa del Estado, que enfrenta una elevada carga financiera y presiones en sus niveles de producción.
Las notas precapitalizadas son instrumentos financieros que, aunque se emiten como deuda, no se registran de inmediato como pasivos en los estados financieros, ya que están diseñadas para ser capitalizadas eventualmente, es decir, convertidas en aportaciones de capital. De este modo, permiten a Pemex disponer de recursos líquidos sin incrementar “formalmente” su deuda en el corto plazo.
Fuentes oficiales explican que este mecanismo permite dotar de mayor flexibilidad a Pemex para cumplir con sus compromisos operativos y financieros, al tiempo que se mantiene el “compromiso” del gobierno de no aumentar la deuda neta del país.
La capitalización futura de estas notas depende de las decisiones presupuestarias del Ejecutivo, y se ha utilizado en ejercicios fiscales anteriores como parte del apoyo estructural a la petrolera.
Analistas financieros advierten, sin embargo, que aunque las notas precapitalizadas ofrecen una solución temporal, no sustituyen la necesidad de una reestructura de fondo en la empresa, que incluya mejoras operativas, reducción de costos y un plan claro para enfrentar la transición energética global.
Actualmente, Pemex mantiene la mayor carga de deuda entre las petroleras del mundo, superando los 100 mil millones de dólares, por lo que la gestión de estos instrumentos será clave en la percepción de los inversionistas y calificadoras crediticias.
En los siguientes tres años, Pemex tiene que pagar más de 44 mil 300 millones de dólares, de los cuales, más de 21 mil millones de dólares se deben cubrir en 2025.