El huachicol hasta el cuello
Por Aurelio Contreras Moreno
Frente a una oposición que se vuelve cada vez más irrelevante en México, son los medios de comunicación, tradicionales y sociodigitales, prácticamente la última trinchera para exponer los abusos, corruptelas y prepotencias de una casta política enloquecida por el poder, el cual creen será eterno.
La confirmación de que el exsecretario de Seguridad del gobierno de Tabasco en el periodo de Adán Augusto López Hernández era el líder de un grupo criminal ligado al cártel Jalisco, dedicado al robo de combustible, solo viene a reiterar la evidencia de colusión descarada del régimen de la autoproclamada “transformación” con la delincuencia, misma que hoy, precisamente, lo tiene contra las cuerdas de cara a las acusaciones que estarían por hacerse públicas tras el acuerdo de culpabilidad y la negociación de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, con la administración de Donald Trump.
Hernán Bermúdez –curiosa y macabra coincidencia con el apellido de otro exjefe policiaco corrupto, éste cobijado con impunidad en Veracruz por el gobierno de Cuitláhuac García- fue señalado como presunto jefe de “La Barredora” desde abril de 2022, hace tres años, a partir de una filtración de documentos clasificados de la Secretaría de la Defensa Nacional difundida por el grupo de “hacktivistas” Guacamaya y retomado por varios medios de comunicación.
En ese entonces, su exjefe directo, el exgobernador de Tabasco y en ese momento secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, así como el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, no solo negaron, sino que se burlaron de la información que, a todas luces, sabían que era cierta, pero que decidieron ocultar, volviéndose cómplices.
Hoy, ambos están en el centro de un huracán que Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum pretenden minimizar. Pero cuyos alcances involucran, manchan, a muchos otros “notables” de la “cuatroté”. Como por ejemplo, la exsecretaria de Energía y actual gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García.
Los mismos reportes de inteligencia militar identifican al exsecretario de Seguridad Pública de Adán Augusto López como cómplice de un grupo criminal que robaba combustible en el puerto de Dos Bocas mientras se construía la refinería Olmeca, lo cual estaba bajo la responsabilidad directa de la entonces secretaria de Energía Rocío Nahle. Incluso, uno de los informes castrenses del 22 de febrero de 2021 menciona los planes de los delincuentes para extraer 38 millones de litros de combustible de un barco que estaba por llegar a esa terminal portuaria, exactamente a un lado de la obra supervisada directamente por Nahle.
¿Habrá pasado esto desapercibido para la, en ese momento, poderosa funcionaria federal y ahora mandataria en Veracruz? ¿Nos querrá hacer creer el exgobernador y hoy líder –desaparecido, por cierto- de Morena en el Senado que su secretario de Seguridad se la “pasó de humo”? Claro que eso es lo que pretenderán decir. Falta que alguien les crea. Hernán Bermúdez es hasta militante de Morena.
La propia gobernadora Nahle acaba de ser implicada en otro asunto escabroso –otro más- que, dicho sea de paso, no suena alejado de la realidad.
La semana pasada, el general Eduardo León Trauwitz, ex subdirector de Salvaguardia Estratégica de Pemex del sexenio de Enrique Peña Nieto, acusó a Rocío Nahle de usar información estratégica para “maximizar”, en lugar de combatir, el robo de combustible en el anterior gobierno.
El militar aseguró que en 2018, le entregó personalmente a la hoy gobernadora morenista de Veracruz información detallada del robo de combustible en diferentes puntos del país. Y lo que pasó después fue que el delito se disparó a niveles nunca vistos, que hoy, seis años después, están saliendo a la luz en su verdadera dimensión.
“Valdría la pena citar que yo en la transición me reuní con Rocío Nahle, confiando en la nueva administración; fui a su oficina de transición allí en Reforma y le llevé muchísima información a Rocío Nahle, creyendo que ella iba a poder terminar con el robo de hidrocarburos. Todo eso que platicamos brevemente, de esas reuniones que hacíamos los martes y miércoles, dónde robaban, cómo robaban, se alteraban los sistemas, los balances, toda esa información, con documentos, se los llevé a Rocío Nahle. Pero no, nunca hicieron nada, yo creo que se quedaron con esa información para poder hacer lo que pasa ahora, para robar (…). Para maximizarlo”, le dijo León Trauwitz a la periodista Carmen Aristegui.
Además, responsabilizó a Nahle y al exdirector de Pemex, Octavio Romero Oropeza, del desabasto de combustible de las primeras semanas del gobierno de López Obrador, pues durante la transición ambos les pidieron a los funcionarios salientes cancelar los contratos de importación de gasolina de Estados Unidos, solicitud que fue rechazada, pero que al asumir la siguiente administración, se concretó.
“Por eso fue el desabasto de gasolina, porque no se importó la gasolina oportunamente de Estados Unidos, por esta instrucción que, según ellos, dijeron que venía del presidente López Obrador”, señaló el militar.
Nahle admitió haberse reunido “solo una vez” con León Trauwitz, quien “no nos entregó ninguna información relevante”. Y pidió que, en todo caso, se le “investigue”.
Claro. Igual que van a investigar a Adán Augusto, a López Obrador o a “Andy”, ¿no?
Asueto
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