Quebradero

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La revocación de visas

 

Por Javier Solórzano Zinser

 

Trump está en su derecho de tomar toda una serie de medidas para cumplirles a sus millones de seguidores todo lo que les prometió.

Puede gustarnos o no, pero lo hace porque busca en los temas de seguridad tener el control hasta donde le sea posible. El tema económico tiene sus matices. No se pueden tomar decisiones unilaterales, porque las economías tienen mutuas dependencias y todo lo que se haga con los aranceles termina por afectarle a los propios estadounidenses.

Sin embargo, como se sabe, más que estar frente a una estrategia contradictoria, todo indica que estamos ante un conjunto de medidas que están concatenadas y que arman la política de Trump. El presidente, indistintamente, ataca y por momentos recula, pero no hay que pensar que por ello no tiene claro hacia dónde se dirige. En buena medida, su estrategia tiene que ver con lo que por momentos pareciera ser actos indecisos.

EU tiene el derecho de revocar las visas sin explicar el porqué de ello. Si se tratara de un diplomático o un personaje representante de otro país está en la obligación de explicar el porqué de su decisión. Pero si de lo que se trata es de revocarle la visa a un artista, un político o a familiares y empleados de un banco, como se informó la semana pasada, está en su derecho de hacerlo.

La razón puede no gustarnos, pero se trata de una acción soberana que se asegura busca castigar a quienes guarden relación con la delincuencia organizada. No se han dado las razones del porqué le fue revocada la visa a la gobernadora de Baja California y a su marido, pero muy, probablemente, encontraron elementos que los ubican bajo la presunción de estar relacionados con irregularidades.

Si en México no hemos caído en la cuenta de que la revocación de la visa es bajo la óptica estadounidense debido a la relación que pudieran tener con la delincuencia organizada, estamos volteando únicamente hacia EU, señalándolo como autoritario sin preguntarnos realmente qué es lo que anda pasando aquí adentro.

Tiene su razón de ser preguntarnos el porqué lo hacen teniendo de por medio una perspectiva crítica, porque a lo largo de la historia hemos estado sujetos a medidas que se han tomado desde EU que han sido actos de prepotencia y de autoritarismo.

Tendríamos que preguntarnos qué es lo que hay detrás de los personajes a los que se les ha revocado la visa y no solamente cuestionar la decisión. No hay indicios de que hasta ahora desde el Gobierno mexicano se esté cuestionando el porqué de todo esto. Se señala a Trump y su autoritarismo y no nos ponemos a pensar qué es lo que exactamente está pasando en el país.

Ya han pasado muchos días y el Gobierno no ha hecho una sola referencia a la gobernadora de Baja California. Más bien llenaron los medios impresos de desplegados y la propia Presidenta se encargó materialmente de exonerarla, sin que medie el más mínimo cuestionamiento del porqué se presentó la revocación.

Trump está tomando medidas internas drásticas y en un buen número de ellas nos tiene en la lista. Algunas parten de su discrecionalidad; sus dosis de racismo; su intento por hacer de EU lo que fue que ya no será y por colocar de nuevo a su país como el eje económico mundial, para lo cual se ha dedicado a lanzar aranceles por doquier.

Nuestro país tendrá que preguntarse qué es lo que hemos hecho a lo largo de años, incluyendo los recientes, que nos llenaron de adversidades y de frentes abiertos.

Con la revocación de visas habría que reconocer el derecho de EU a hacerlo, pero también estamos obligados a preguntarnos qué es lo que han hecho los personajes a los que les quitaron el documento.

RESQUICIOS. 

Sus muy particulares motivos tendrá la Presidenta para nombrar al vocero del Covid como representante de México ante la OMS. Pero es evidente que pesan sobre el personaje una gran cantidad de cuestionamientos fundados por su gestión durante la pandemia; más que un reconocimiento parece un desafío.