“En 12 años tengo cero avances”
Por: Javier Solórzano Zinser
Las y los desaparecidos son una tragedia histórica y un quebranto en la vida del país. Lo que pasan las familias es brutal. Por un lado, pierden a un familiar o amigo cercano y, por otro, tienen que resolver el problema por sí mismos, porque los gobiernos hacen mutis bajo el falso supuesto de que son ataques a la gobernabilidad.
Ni Calderón ni Peña Nieto ni López Obrador se comprometieron a enfrentar un problema que es del Estado y de los gobiernos en turno. López Obrador se movió bajo el falso supuesto de que el fenómeno no era de la dimensión que se decía o pensaba, argumentaba en el absurdo que era una forma de atacarlo a él y su proyecto.
El tabasqueño colocó a un personaje a modo en la CNDH y con eso se intentó “quitarse” las denuncias ciudadanas sobre derechos humanos en su gobierno. Fue una decepción mayúscula. Mientras fue opositor y candidato materialmente se mimetizaba con los colectivos y las madres buscadoras.
Cada determinado tiempo tenemos la oportunidad de conversar con Lucy Díaz del colectivo Solecito de todo ello. El hijo de Lucy desapareció en 2013 bajo el mandato de Javier Duarte en Veracruz. Lleva años buscándolo junto con quienes conforman el colectivo, sin que de por medio existiera el apoyo del gobierno de Duarte y menos del de Cuitláhuac García.
Nos recuerda lo que en otras ocasiones hemos conversado. “Solecito lastimosamente sigue creciendo, somos más de 300 y siempre trabajando en la búsqueda. Hemos encontrado más de 400 cuerpos, de los cuales se ha podido identificar alrededor de 40, tenemos un tremendo déficit de identificación y estamos luchando para que en Veracruz haya más centros de identificación forense. Siempre que son los presupuestos, pero esto se dejó tantos años que debe haberse hecho desde hace tiempo, venimos con un rezago muy grande… llevo trabajando 12 años, tengo cero avances”.
Plantea con dolor y rabia: “No hay un solo sospechoso que esté enfrentando proceso, no tengo nada, las manos bien vacías, porque todas las líneas las pierden”. Le preguntamos sobre el rancho Izaguirre. Sin dejar de reconocer la importancia del hallazgo nos revira: “Aquí en Veracruz hubo uno cuando estaba Campa Cifrián. El rancho de Limón era el lugar en donde los desaparecían, les echaban ácido. Se hizo un fólder de fotos con los hallazgos de las ropas y lo que se encontró ahí, pero eran los tiempos de Javier Duarte y esas cosas no salían. De hecho, hubo un caso de cinco muchachos, están todas las declaraciones, porque los policías los enjuiciaron. La delincuencia se dedicó a desaparecerlos.
Encontramos en Colinas de Santa Fe, en Veracruz, 302 cuerpos diferentes incompletos en diferentes condiciones entre 2016 y 17. Compara 400 pares de zapatos con 300 cuerpos, cuando nosotros los encontramos no hubo ningún tipo de exacerbación de la sociedad”.
Terminamos la conversación con la lectura de un texto en donde Lucy en su tristeza le promete a su hijo encontrarlo y luchar por él, “es la consigna de todas las madres del Solecito:
‘Hijo amado sé que me escuchas, porque en mi vientre el latir de mi corazón te sirve de arrullo, nos hicimos inseparables. Laten juntos, mi corazón y el tuyo para siempre. Te prometo que no me rendiré, no me detendrán. Lucharé por ti cada día, cada segundo, sin excusas, ni pretextos. Si se trata de ti, siempre estaré presente y dispuesta. Donde andes, puedes sonreír, orgulloso y confiado, de saber que tu madre, con su amor infinito, incondicional, eterno, siempre lucha por ti. La vida me dio la dicha de tenerte y me la dará de encontrarte. Todo mi amor, todos mis días van por ti, hijo adorado, toda mi vida va por ti. Ésa es la promesa’”.
RESQUICIOS.
Resulta inexplicable que hayan mandado una reforma a la ley de telecomunicaciones sin saber las consecuencias que podría traer. Por lo menos dicen que van a abrir una discusión. Si van a ser como sus debates públicos, terminaremos en lo que quieren hacer haciendo como que escuchan.