Por Ruby Soriano
El pasado viernes 4 de abril, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla emitió un fallo a mi favor resolviendo que no cometí Violencia Política en Razón de Género como parte del procedimiento sancionador que enfrentaba a raíz de la denuncia presentada en mi contra por la diputada local morenista, Elvia G. Palomares Ramírez.
La autoridad consideró que mis comentarios fueron propiamente informativos y respondieron a acciones de análisis periodístico.
Asimismo, reconozco la actuación imparcial del Tribunal Electoral Estatal, así como la exposición asertiva del Magistrado Israel Argüello Boy, quien presentó el proyecto de sentencia, corroborando mis argumentos que con antelación expuse durante la audiencia de pruebas y alegatos, donde argumenté que mi publicación en la red social X en ningún momento hizo señalamientos denostativos o aludiendo al género de la denunciante.
Enfrentar este procedimiento, me obliga como periodista y consultora política a realizar algunos señalamientos que son imprescindibles citar, para exhortar a los institutos electorales locales del país, a actuar no sólo de manera expedita, sino con sustento para evitar errores que a toda vista, reflejan análisis superficiales, falta de conocimiento en la operatividad de las redes sociales y medidas que implican serias acciones erráticas, sobre todo cuando se tratan temas tan delicados como son las denuncias por Violencia Política en Razón de Género.
Los institutos electorales no pueden seguir actuando con ligereza y evidente desconocimiento respecto al manejo de todo lo que circula en las diferentes redes sociales. Es imprescindible que los Institutos Electorales de las entidades, se capaciten y tengan una correcta interpretación de las denuncias que revisan.
Ahora bien, la erradicación de la Violencia Política en Razón de Género tiene que preservarse como un verdadero garante para que las mujeres puedan ejercer con seguridad, la gobernanza, su desempeño en el sector público o encomiendas políticas.
Hoy en el país los contextos políticos que se viven ponen en riesgo la interpretación de las violencias desde el momento en que algunas mujeres recurren al uso de este delito, como una forma de eximir responsabilidades sobre su actuar o intentar limitar el escrutinio público al que se enfrentan por la naturaleza de ser parte de una clase política donde la corrupción, el oportunismo, el influyentismo y el acoso se presentan como una constante.
El rigor para actuar en torno a las denuncias y los riesgos de ejercer violencia política en razón de género, también tendría que empezar a contemplar sanciones en contra de quienes presenten “denuncias frívolas” sin fundamento.
Los procedimientos sancionadores por violencias olvidan que los presuntos o presuntas violentadoras también pasan de ser denunciados a enfrentar una revictimización donde de salir exonerados, (como en mi caso), nadie se hace cargo del desgaste emocional, físico, laboral y económico que enfrenta quien fue señalado y resulta que no cometió delito alguno.
A pesar de la situación caótica que actualmente enfrenta el poder judicial en el país, resulta una bocanada de aire fresco la actuación de un Tribunal Electoral como el de Puebla, donde prevaleció la congruencia, y reitero, la imparcialidad para emitir su fallo.
En todo este proceso, el aprendizaje ha sido vasto y con la apertura de un nuevo camino donde desde mi condición como periodista y consultora política, se tiene que empezar a proponer “actualizar” y asegurar que una herramienta para la erradicación de la violencia política en razón de género, realmente cumpla con los principios para los cuales fue creada.
De manera personal agradezco el acompañamiento de mis abogados Nora Gutiérrez y Gustavo García. Asimismo, mi gratitud con todo el equipo de Artículo 19 liderado por Polo Maldonado, quienes estuvieron atentos del desarrollo de mi caso.
El apoyo solidario de mis compañeros periodistas fue invaluable. Mi gratitud a Sergio Mastretta, Rodolfo Ruíz, Caro Fernández, Jorge Carbajal, Felipe Cruz, Fer Valdés, La Red Periodistas de Puebla, El Siglo de Guatemala, Agencia Uypress de Uruguay, CIMAC, Aristegui Noticias, Reporteros Sin Fronteras y a todos los que me dieron su apoyo.
Mi gratitud siempre para mi auditorio en la red social X y todas aquellas personas que se sumaron a una campaña de apoyo en esta causa.
Necesitamos a una sociedad con los tamaños para decirles a todos los que gobiernan, que ahí están gracias al voto de quienes tenemos todo el derecho y la libertad de expresar la inconformidad y evidenciar los excesos.
Que lo indigno que puede ser el ataque hostil hacia el trabajo periodístico y de la comunicación política, se transforme en la mejor forma de denuncia y de exhibir todo aquello que ponga en riesgo el ejercicio de un periodismo incluyente y libertario.
@rubysoriano @alquimiapoder