La inflación anual se aceleró aproximadamente en línea con los pronósticos de los economistas a principios de febrero, manteniéndose cerca de las estimaciones del banco central y manteniendo en juego las posibilidades de un sexto recorte de las tasas de interés.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación subyacente, aquella que no incluye los precios de la energía y alimentos frescos, y que no responden a condiciones de mercado, se incrementó 0.27 por ciento a tasa quincenal, pues subieron los precios de las mercancías 0.21 por ciento y los servicios a 0.32 por ciento.
Mientras que, la inflación no subyacente disminuyó 0.25 por ciento a tasa quincenal; la contracción fue ocasionada porque los productos agropecuarios cayeron 0.81 por ciento y los energéticos y tarifas autorizadas decrecieron 0.18 por ciento.