La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió una carta al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a quien advirtió que si se imponen aranceles a México “vendrá otro en respuesta”, lo que llevaría a arriesgar empresas en común, una situación que, afirmó, sería inaceptable.
“No es con amenazas ni aranceles como se atiende la migración ni el consumo de drogas en Estados Unidos. Se requiere cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo a empresas comunes”, escribió.
«Me dirijo a usted, a raíz de su declaración del lunes 25 de noviembre, sobre migración, tráfico de fentanilo y aranceles», inició Sheinbaum en su misiva, para luego detallar los avances de México en materia migratoria.
La Mandataria mexicana destacó que el País ha desarrollado una política integral de atención a personas migrantes, lo cual ha resultado en una reducción del 75% en los encuentros fronterizos entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, según cifras de la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de Estados Unidos (CBP).
«Por cierto, la mitad de los que arriban, es a través de una cita legalmente otorgada por el programa de Estados Unidos denominado CBP One. Por estas razones, ya no llegan caravanas de personas migrantes a la frontera», puntualizó Sheinbaum, quien además propuso «arribar conjuntamente a otro modelo de movilidad laboral» necesario para ambos países.
En materia de combate al narcotráfico, la Presidenta expuso los esfuerzos de México, detallando que las fuerzas armadas mexicanas y las fiscalías han incautado toneladas de diferentes tipos de drogas, 10 mil 340 armas y detenido a 15 mil 640 personas por violencia relacionada con el tráfico de drogas durante el presente año.
Sheinbaum reveló que se encuentra en proceso de aprobación una reforma constitucional para declarar delito grave sin derecho a fianza la producción, distribución y comercialización del fentanilo y otras drogas sintéticas.
Sin embargo, señaló que los precursores químicos para la fabricación de estas sustancias ingresan ilegalmente a Canadá, Estados Unidos y México desde países asiáticos.