Los 3 con las manos en la puerta
Por Javier Solórzano Zinser
Más allá de las virtudes, problemas y defectos que tiene la relación con EU y Canadá, por más obvio que sea recordemos que hemos estado, estamos y estaremos unidos por la geografía, la historia y en los últimos años ha quedado clarísimo que por el comercio.
Nunca han sido ni serán relaciones sencillas. Son complejas por definición y, sobre todo, por el papel que juega EU como potencia del mundo y su expansionismo, y la fortaleza económica de Canadá.
El TLC vino a cambiar las cosas, porque se reconoció la dependencia económica de la región y la importancia que tenía abrir un mercado para más de 480 millones de personas. Con todo y que el tratado fue criticado, a la distancia tiene un reconocimiento, porque cambió la dinámica económica del país y se abrió un espacio de producción y expansión comercial inédito.
Evidentemente no hemos estado exentos de una gran cantidad de problemas estos años, algunos de los cuales se solventaron con la firma del T-MEC, lo cual contó con la plena anuencia del actual Gobierno.
Sin embargo, los problemas obviamente no dejan de aparecer. Cada país defiende sus espacios. Siendo que nuestra economía es la menos fuerte, muchos asuntos acaban confrontados por políticas internas o por decisiones muy concretas de parte de López Obrador, las cuales se mueven en el límite de las reglas del T-MEC.
Por estos días deben de resolverse algunos temas que están siendo motivo de controversia, sin tener por ahora claridad de lo que pueda suceder, asuntos que comprometen áreas de la economía del país.
El Presidente ha amenazado, más que informado, que muy probablemente no asistirá a la próxima reunión del T-MEC debido a que “a México se le tiene que respetar”. La narrativa, que sin duda es atractiva y rentable, no queda muy claro a qué se refiere del todo.
Lo que parece que está de por medio es el multicitado reportaje del NYT y la decisión de Canadá de establecer de nuevo una visa para los mexicanos que deseen entrar a su territorio.
Canadá ha tomado una decisión debido a que cada vez tiene un mayor número de solicitudes de refugio de mexicanos que, en un buen número de casos, van a este país para desde ahí intentar ingresar a EU.
Canadá ha entrado inevitablemente en el terreno migratorio. Los migrantes buscan llegar a EU como les es posible, a lo que debemos sumar que en los últimos años se ha incrementado la migración mexicana producto de la violencia que se vive en México. Está documentado que familias enteras migran de sus lugares de origen huyendo de la violencia, la muerte, las presiones y la impunidad.
Tiene lógica la decisión de Canadá. Lo que está buscando es reglamentar la entrada a su país para evitar ser un país de paso, debido a la porosidad de la frontera con EU. El Gobierno de Trudeau ha estado recibiendo fuertes presiones de la oposición sobre este tema y teniendo elecciones enfrente está tratando en algún sentido resolverlo.
López Obrador ha tenido varios discursos al respecto. Veladamente reclamó a su homólogo canadiense. No queda claro si éste es el motivo por el cual amenaza, más que informa, que no iría a la reunión del T-MEC.
Con EU el problema pasa por más ventanillas. Están abiertos muchos frentes en la relación bilateral destacándose por mucho el migratorio que alcanza a todos los países a meses de trascendentales procesos electorales internos, los cuales involucran directamente a los tres mandatarios.
Lo que sí queda claro es que si con alguien no podemos ni debemos distraernos es con EU; pero así como se señala que nuestros vecinos están en proceso electoral no pasemos por alto que nosotros también; los tres mandatarios están con las manos en la puerta.
RESQUICIOS.
Por fin este día empiezan las campañas. Precampañas e intercampañas nos tienen en la saturación. Imagínese cómo la vamos a pasar a partir de hoy. Se vienen tiempos apasionantes, densos y confrontativos. Que no meta la mano quien no tiene que meterla.