La incontinencia “mañanera” abona a la oposición
Por Mónica Camarena Crespo
En su permanente campaña y con el afán de mantener los reflectores consigo mismo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se instaló en el personaje de la Chilindrina “que como dice una cosa, dice la otra”.
El problema de buscar distractores a los muchos y verdaderos problemas del país, como la inseguridad desbordada, AMLO y sus ocurrencias le están dando material a la oposición para debilitar a los candidatos de Morena, empezando por Claudia Sheinbaum.
Por ejemplo, hace pocos días, al inquilino de Palacio Nacional se le ocurrió dar la solución para la escasez de agua potable en el Valle de México.
Tuvo la “ideota” de anunciar un plan, el cual por razones obvias, el ya no podrá ejecutar, pero busca dejar el encargo.
Durante una “mañanera”, AMLO presentó un mapa de la problemática que tiene el agua subterránea donde la mayor parte del país ya tiene “focos rojos”, y sólo existe (según su gobierno) disponibilidad en la región del sur-sureste en los estados de Veracruz y Tabasco.
Como acostumbra, sin estudios, menos análisis de expertos, López Obrador le dijo al “pueblo” que se podría abastecer del agua de los estados del sureste a la zona metropolitana, incluso también le quitó en el hipotético caso, agua a Hidalgo.
Esos dichos “mañaneros” generaron toda clase de críticas de actores de dichos estados, pues entre otras cosas, el presidente al parecer desconoce, que al menos en Veracruz, la escasez de agua empieza a hacer estragos en distintas zonas y las sequías pronosticadas serán otro problema más.
Pero no conforme con robarse en sus sueños el agua del sureste, Lopez Obrador instalo oidos sordos a las demandas de los transportitas del país, quienes hartos de la inseguridad y la corrupción de la guardia nacional, realizaron nuevas protestas con bloqueos interminentes en las carreteras de todo el país.
Las demandas de los transportistas son justas, se dicen desesperados por tanto asesinato de sus compañeros y para colmo, el gobierno federal solo les da largas a sus demandas.
Sin embargo, el presidente acusó que el paro de transportistas tiene propósitos electoreros y que busca generar un conflicto en contra de su gobierno, por lo que, advirtió, “no podemos dejarnos chantajear”.
El mandatario federal acusó que en las organizaciones de transportistas hay líderes “que son militantes de partidos conservadores, y como vienen las elecciones aprovechan el viaje”.
Los transportistas serán ahora caldo de cultivo para la oposición con el revés que les dio el presidente en un reclamo justo y verdadero.
Con ese presidente, para qué quiere Morena y sus candidatos enemigos.
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