Geopolítica de las emociones: cómo la Neuropolítica, la Comunicación no verbal y la Cronémica son elementos vitales en las narrativas de los conflictos bélicos actuales

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Las neuronas no tienen género

Por Delia Hernández Miranda

 

“Hoy en día es necesario detener la histeria, abandonar la retórica de la Guerra Fría y aceptar lo obvio:

Rusia es un participante independiente y activo

de la vida internacional”.

Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia

 

I.         INTRODUCCIÓN

Como todos los lunes ¡es un gusto saludarles! Y bien, en esta ocasión (y como hemos podido advertir en nuestros artículos previos), hablaremos de un constructo que no es nuevo, ni como premisa teórica ni como concepto original; para ello, debemos enfatizar como siempre, el que las emociones inevitable e inexorablemente, juegan un papel fundamental en la vida del hombre. Punto.

Suena a línea de texto escolar; sin embargo, esto es cierto y cada vez más evidente dentro de la Política tradicional, ya que conceptos como emociones, sensaciones, sentimientos, estados de ánimo, reacciones y demás cuestiones actitudinales y relativas al comportamiento del zoon politikon1, influyen en todo tipo de acciones y de decisiones en el mundo entero, dando la justificación a la existencia de la Neuropolítica -entre otras áreas del conocimiento- como parte ya del universo de ciencias que se integran al ecosistema de la Política universal.

Ya en el año 2009, Dominique Moïsi (politólogo, geopolítico y escritor francés) había introducido precisamente este constructo de manera literal: “The Geopolitics of Emotion: How Cultures of Fear, Humiliation and Hope are Reshaping the World”2 con la publicación de su libro con este título -cuya traducción al español es: “La geopolítica de las emociones: cómo las culturas del miedo, la humillación y la esperanza, están reconfigurando el mundo”3.

En este libro, lo que Dominique Moïsi planteaba, es que, el fenómeno de la globalización no podía entenderse completamente sin involucrar algo tan importante como las emociones, sensaciones y sentimientos de los ciudadanos, entre otras cosas; como bien decía el autor en la página 12 de su introducción: “…En primer lugar, no es posible entender el mundo en que vivimos sin tratar de integrar y comprender las emociones y, en segundo, lugar las emociones son como el colesterol, es decir, buenas y malas. El problema es hallar el balance correcto entre ellas.”4

Ahora bien, como perfectamente apunta el Profesor Español Santiago Álvarez de Mon en su análisis al respecto: “Moïsi se centra en 3 emociones, miedo, esperanza y humillación. ¿Por qué estas 3 y no otras? Por su estrecha conexión con la noción de confianza, crítica a la hora de afrontar el futuro y relacionarse civilizadamente con los demás. El miedo revela ausencia de confianza, la esperanza es una expresión de la misma y la humillación es la confianza herida de aquéllos que han perdido la esperanza en un futuro mejor.5

Sin embargo, no hemos hablado lo que, por definición, es la GEOPOLÍTICA; hay diversos conceptos y acepciones, no obstante, hemos recuperado la siguiente que a nuestro parecer, presenta lo que la evolución del concepto -hasta la actualidad- deseamos hacer saber y comprender: La geopolítica es la disciplina que estudia cómo un Estado u otra entidad dispone del espacio y qué impacto tiene desde un punto de vista político. Su objetivo es entender y encaminar la política nacional e internacional de un país a partir del conocimiento de este y de su historia. De esta manera, la geopolítica es útil para predecir cómo se van a comportar a nivel político los Estados teniendo en cuenta sus particularidades y variantes geográficas. El término se acuñó por primera vez en 1905, tomó relevancia en los años treinta de la mano del general alemán Karl Haushofer y resurgió en los años setenta y ochenta después de décadas ligado a las teorías nazis. (Sic)”6, por lo tanto, ahora que ya conocemos lo que significa en términos llanos lo que es la Geopolítica y también, si unimos la visión de Dominique Moïsi con su “Geopolítica de las Emociones”, podemos ir ya entendiendo la finalidad del presente escrito. Aunque en la actualidad hay más acepciones de Geopolítica (una como algo estrictamente geográfico y político que compete a los gobiernos y las naciones y la otra, que trata de conocer cómo se asumen los gobiernos y naciones como entidades individuales y de qué manera sus acciones y estrategias afectan sus relaciones con sus países vecinos), nos centraremos ahora en la manera en que el mundo actualmente, se rige no solamente por convenciones internacionales, tratados, protocolos u organismos (como la ONU, la OTAN o la Unión Europea, por citar algunos de los más representativos a nivel planetario), sino en relaciones y acciones; discursos, reacciones e incluso, reconstrucción de relatos y narrativas que emiten mensajes a toda la ciudadanía no únicamente de un país o región, sino de todo el mundo esperando generar emociones, sensaciones, reacciones y sentimientos que mucho pueden incidir en la percepción pública ya sea hacia un lado de la balanza o hacia el otro.

 

II.          COMUNICACIÓN NO VERBAL, CRONÉMICA Y OTROS RECURSOS PARA LA GEOPOLÍTICA DE LAS EMOCIONES EN EL CASO PARTICULAR DEL CONFLICTO RUSIA-UCRANIA

 

“La teoría de las decisiones públicas se puede resumir en tres palabras:

política sin romanticismos.”

James Buchanan, Premio Nobel en Economía

Independientemente del análisis eminentemente político y de antecedentes históricos acerca de la importancia de Crimea y su posición estratégica y económica como punto nodal para este conflicto que los especialistas puedan estar aún realizando al respecto, en este momento lo que nos interesa es que el lector comprenda que en la Política y más aún, en el manejo de los conflictos bélicos, las emociones ocupan un lugar protagónico y fundamental en la generación de percepción política y más aún, de opinión pública trascendiendo las fronteras e incluso, logrando influenciar ciertas o determinadas decisiones a nivel global.

Resulta del todo imperante dejar en claro la inherente necesidad de entender cómo en el caso del conflicto de Ucrania, el histrionismo del Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky (actor, comediante y abogado antes de resultar el candidato ganador de las elecciones presidenciales en su país) y su excelente manejo de los medios de comunicación y principalmente, de las redes sociales y plataformas digitales con su victimismo impresionante basado también en un discurso que retomara los elementos más simbólicos de la historia de su nación, son una muestra de cómo la geopolítica de las emociones juega un rol importantísimo en la construcción de una imagen (en el colectivo ciudadano mundial) basada en la creación exprofeso de una percepción generada a partir de un evento bélico, dando vida a un conflicto casi al puro estilo shakesperiano, en donde el antagonista y villano, Vladimir Putin (Presidente de la Federación de Rusia y presentado por él como la persona más cruel y despiadada al ordenar la invasión a Ucrania y el desplazamiento de las tropas rusas el 24 de febrero de 2022) llegase a ser el hombre más odiado por millones de personas no solamente en Europa sino, en el resto del mundo desde ese momento y hasta nuestros días.

¿Cómo logró Zelensky posicionarse en el Top of Mind, Top of Heart y en el Top of Voice de la opinión pública mundial?

Pues bien, Volodymyr Zelensky pudo hacerlo con un trabajo impecable de gestión de las emociones de todas las personas como la perfecta víctima y enemigo pequeño -al estilo “David y Goliath”-. De manera sumamente inteligente, utilizó a su favor todas las redes sociales y plataformas digitales del mundo, emprendiendo la hazaña histórica de enfrentarse al ahora hombre más poderoso del planeta (y desde hace ya muchos años), utilizando el arquetipo del héroe y el salvador, cuidando siempre el dejar evidencia audiovisual o gráfica, de cuánto exponía su vida -por su gran amor hacia su país y su sentido nacionalista luchando por una causa libertaria y que por antonomasia y origen, se considera justa y social e históricamente aceptable- por medio de transmisiones en vivo a cada momento y siempre con atuendo militar y desde lugares en donde había bombazos, gritos, destrucción y muerte (claro, sin contar con las veces que transmitió desde un estudio e incluso, con pantalla verde-azul para tener un escenario perfecto); ¿y todo eso, por culpa de quién? Evidentemente, del villano de la historia: Vladimir Putin. Y es aquí, en donde la Comunicación no verbal y la Cronémica, hacen su aparición.

 

III.          CRÓNICA BREVE DE UNA NARRATIVA Y UN STORYTELLING BASADOS EN LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES Y POR ENDE, EN LA GEOPOLÍTICA QUE LOGRA UN MANEJO AD HOC DE LA PERCEPCIÓN PÚBLICA

 

“Sin el reconocimiento de la influencia crucial de las emociones en la toma de decisiones y en el diseño de las estrategias, que parecen controlarnos mucho más de lo que las controlamos, sería casi imposible comprender el curso de la historia, y la prospectiva geopolítica y de Seguridad del Sistema Internacional en los próximos años.”

Carlos Álvarez Calderón, Politólogo y Master en Negocios y Relaciones Internacionales

De manera sintética, diremos que Comunicación no verbal es precisamente todo aquél recurso que se utiliza sin hacer uso de las palabras; en otro artículo hablaremos de la paralingüística, los recursos paraverbales y otros más. Mas, para el objeto de este escrito, sí especificaremos lo que es la Cronémica y de qué manera, tanto uno como otro, fueron recursos utilizados a la perfección por el Presidente ucraniano logrando impresionar los sentidos y concretamente, la percepción de todo un colectivo a nivel mundial generando una imagen que influyó total y absolutamente en una respuesta casi apoteósica a su favor motivada por la conmoción que provocaban sus discursos y sus emotivos mensajes en el campo de batalla o al visitar a sus soldados desplegados en diversos puntos geográficos de la región en conflicto.

Como bien lo expresa, el Politólogo Carlos Álvarez Calderón, “…Desde una lógica materialista, los Estados son actores corporativos abstractos y, como tales, no podrían sentir emociones; sólo las personas poseerían la capacidad de experimentar emociones, ya que éstas sólo pueden originarse en el cuerpo de una persona real…”. Sin embargo, en este particular caso, pareciera que Ucrania, es decir, el país, sí tuviera la capacidad de experimentar y proyectar emociones y sensaciones (gracias al buen trabajo realizado por Zelensky); para poder reafirmar esta premisa, retomamos el planteamiento primario de Moïsi revisado en la introducción del presente texto: si un actor político (gobierno o gobernante), se centra en la aplicación de las tres emociones, miedo, esperanza y humillación como puntos referentes en la construcción de la narrativa y en la estructura de storytelling, tendremos como resultado lo que durante poco más de un año logró Volodymyr Zelensky: vulnerar el sentido de confianza en la justicia de un mundo que no lo es, porque todos los ciudadanos de cualquier punto geopolítico, nos sentíamos indignados y dolidos por la crueldad de las escenas que veíamos y las historias que nos contaban, controlando toda nuestra escala de emociones y motivándonos a demostrar nuestra solidaridad con el sufrimiento de un país entero -Ucrania- con banderas colgadas en edificios, muros y paredes e incluso, con marchas y hasta con la misma bandera pintada en los rostros de quienes demostraban su enojo contra Rusia y su Primer Mandatario.

Porque en el uso de la Cronémica, también el Presidente ucraniano, es todo un Maestro: De manera increíble, hace uso del tiempo y del espacio en la reconstrucción de relatos (hablando concretamente en el área de la Comunicación no Verbal y la Neuropolítica) de forma magistral acorde a lo que desea comunicar y no, a lo que realmente se debería informar; esto significa que la Cronémica en general, nos sirve para contextualizar precisamente tiempo, espacio e información que deseamos hacer saber en el ámbito social y/o cultural. Y, específicamente, es en esta parte donde se advierte la gran importancia de cómo el Presidente de Ucrania utilizó y ha utilizado un storytelling en donde el lenguaje y sus símbolos, adquieren una gran relevancia.

Es de admirar ésa gran capacidad de movilizar a pueblos enteros (y de culturas ajenas y distantes) al través de la generación de emociones colectivas por parte del Presidente ucraniano. ¡Hasta en la portada de la revista VOGUE salió posando con su esposa!

A manera casi de conclusión, resulta útil conocer el trabajo que la Dra. Rebeca Blackwell ha realizado investigando cómo las emociones colectivas influyen en una estructura o grupo social determinado; más allá de ello, lo importante aquí es la reflexión consciente de cómo ésa influencia inducida, puede lograr transformaciones simbólicas de la experiencia social humana de grupos, pueblos y hasta naciones, entre otras cosas. Aquí es crucial asumir cómo grandes grupos cultural y socialmente disímbolos, pueden llegar a empatizar con una causa, logrando experimentar una misma emoción como la rabia, la tristeza, la alegría o el odio, por las mismas razones aún sin pertenecer al mismo contexto geopolítico o sociocultural. La importancia de estudiar las emociones colectivas radica en que dichas emociones influyen en las unidades sociales en general (grupos, pueblos, naciones) y esto, perfectamente lo aplicó el Mandatario ucraniano al presentarse como víctima de la humillación al través del terror sembrado por el miedo que Rusia y el Presidente Putin generaron en todo el mundo, haciendo permear la historia y la sensación -en todo el globo terráqueo- de que solamente ganando esa guerra, podría nuevamente aparecer la esperanza de un mundo mejor y con renovados aires de justicia real para todos no importando el punto geopolítico donde vivamos.

¡Nos leemos en nuestro próximo artículo!

 

 

1 ZOON POLITIKON, es la acepción de mayor aceptación no únicamente dentro del mundo de la filosofía aristotélica, sino en general en el mundo de la Política: “Zóon politikon (en griego, ζῷον: animal, y πoλίτικoν: social o político) es una expresión escrita por el filósofo estagirita Aristóteles en su libro 1 de Política. El significado literal de la misma es: “animal social” o más específicamente “animal político”, y hace referencia al ser humano, el cual a diferencia de los animales posee la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades y organizar la vida en ciudades-estado.” Recuperado desde: https://www.filosofia.mx/zoon-politikon/

2Nacido en 1946, Dominique Moïsi es politólogo y una de las máximas figuras internacionales en el ámbito de la geopolítica. Nacido en Estrasburgo e hijo de un superviviente del campo de exterminio de Auschwitz, estudió Ciencias Políticas y Derecho en la Universidad de la Sorbona. Fue asistente de Raymond Aron, y ha impartido clase en algunas de las instituciones más importantes del mundo, como la Universidad de Harvard o el King’s College de Londres. Actualmente es catedrático de Geopolítica del Collège d’Europe y colaborador habitual de periódicos como El País, The Financial Times, The New York Times, Die Welt o Les Echos. Entre sus últimos libros cabe destacar Un juif improbable, La Géopolitique de l’émotion o Le nouveau déséquilibre du monde”. Recuperado desde: https://erratanaturae.com/autores/dominique-moisi/

3 La geopolítica de las emociones. Dominique Moisï; ISBN 10: 9584517333 ISBN 13:Editorial: Norma S A Editorial, 2010

4 Op.Cit. P. 12

5 Recuperado desde: https://www.expansion.com/2010/08/31/opinion/tribunas/1283283317.html

6 Recuperado desde: https://elordenmundial.com/que-es-geopolitica/