Por Carlos Tercero
En el mundo de la política, es extremadamente valioso el tener una percepción lo más apegada posible a la realidad sobre el sentir social, saber de qué habla la ciudadanía, qué le interesa, qué le preocupa, cuál es su ánimo; captar el “humor social” al que hiciera referencia el Presidente Peña Nieto. Mucho del éxito en una carrera política, tiene que ver con desarrollar una sensibilidad social que a su vez facilite una empatía y afinidad con personas y comunidades.
En la era digital, la participación política y la opinión pública encontraron un nuevo escenario en las redes sociales y plataformas en línea (online), con lo que de manera obligada, dicha digitalización se trasladó a las campañas electorales, dando origen a un interesante y estratégico proceso llamado Social Listening (Escucha Social), que implica monitorear, analizar y comprender, las conversaciones, menciones y opiniones que tienen lugar en las redes sociales, blogs, foros, reseñas de portales de noticias y comentarios de interés en internet, con el objetivo de captar la voz y sentimiento del ciudadano, del elector, y obtener información valiosa sobre lo que están diciendo y sintiendo acerca de un partido, de las precandidaturas y candidatos, de una campaña, etc., recopilando datos en tiempo real y aplicando técnicas de análisis de texto y minería de datos que permiten a los equipos de campaña rastrear y analizar millones de publicaciones y comentarios en tiempo real. Esto brinda a los políticos una ventana a las opiniones y sentimientos de los ciudadanos, lo que influye directamente en la toma de decisiones estratégicas gracias a la identificación de patrones, tendencias, opiniones predominantes y sentimientos asociados con ciertas palabras clave o temas; lo cual evoluciona y cambia la forma en que los políticos interactúan con los votantes.
A medida que nos preparamos para las próximas elecciones, el Social Listening se fortalece como herramienta dispuesta a capturar la voz de los ciudadanos y dar forma a las estrategias políticas, paralelamente al aumento exponencial de la actividad online y las redes sociales como vasto repositorio de opiniones y conversaciones públicas y, por tanto, herramienta estratégica esencial para comprender y responder a las preocupaciones y aspiraciones de las y los ciudadanos, y permitir así, formas más efectivas de conexión con los votantes al capturar el pulso social que permite adaptar estrategias de comunicación y gestionar la imagen pública online.
Con esta posibilidad de comprender las preocupaciones y aspiraciones ciudadanas, se puede igualmente identificar los temas que impactan más entre la audiencia y con ello, ajustar el mensaje y el discurso político que permitan una mayor rentabilidad electoral, adaptando la estrategia para abordar de manera más efectiva los problemas que importan a los votantes, así, los políticos pueden moldear sus plataformas y enfoques para abordar de manera más precisa las necesidades y deseos de los ciudadanos, forjando una conexión más auténtica y efectiva con el electorado y un proceso electoral más dinámico y participativo; es decir, el Social Listening es punto de partida para lograr una conexión más genuina con los votantes y aumentar la efectividad de la comunicación política; ofreciendo además, a los equipos de campaña información relevante sobre la estrategia de la competencia. Estar atentos a la escucha social, monitorear lo que se dice y dicen otros candidatos o partidos políticos, proporciona información sobre cómo se están percibiendo y cuáles son sus fortalezas y debilidades, y con ello calibrar la estrategia propia de campaña de manera informada y competitiva.
Y en todo este proceso, el elemento clave son las personas, la ciudadanía cada vez más participativa en el debate público y que tiene como aliados a internet y las redes sociales, donde la propuesta, pero también la denuncia, la polémica y malentendidos se propagan rápidamente, lo que puede dañar la reputación de un candidato o partido en cuestión de minutos; de ahí el auge del software y apps (aplicaciones) de Social Listening, para detectar cualquier aumento en las conversaciones negativas y así abordar oportunamente el problema e implementar una estrategia de control de daños, antes de que se convierta en crisis; este es el tamaño del Poder Ciudadano de incidir en la “Escucha Social”.
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