Desaparece en México una persona cada hora, y cada seis días el delito lo cometen autoridades del Estado mexicano; siete árboles en siete ciudades forman el memorial “El Bosque de la Esperanza”

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A partir este miércoles 30 de agosto, Día Internacional de las Personas Desaparecidas, siete árboles en siete ciudades de México se unen para colectivamente formar el memorial “El Bosque de la Esperanza”, un esfuerzo que vincula espacios de protesta, solidaridad y memoria.

El Bosque de la Esperanza es un memorial a las personas desaparecidas en México que es virtual y físico, y que es descentralizado, disperso, autogestionado y accesible.

“Colocamos estos árboles como forma de resistencia contra la crisis de violencias que en México desaparece, en promedio, a una persona cada hora, donde una desaparición cada seis días está documentada como perpetrada por autoridades del Estado mexicano”, enfatizaron integrantes de los colectivos de madres de desaparecidos que participan en el proyecto.

En el Bosque de la Esperanza participan 94 familias y seis colectivos de Veracruz, Baja California y Guanajuato, en un proyecto piloto que protege espacios conmemorativos para 101 personas que sufrieron desaparición; y que si es exitoso se abrirá a la participación a más familias.

“Quienes hoy integramos El Bosque de la Esperanza esperamos que nuestros Árboles de la Esperanza y Árboles de Memoria acompañen a víctimas de desaparición y sus comunidades y que las autoridades y las ciudadanías los cuiden y protejan”, explicaron.

El memorial es iniciado por las colectivas de búsqueda de personas desaparecidas Colectivo Solecito de Veracruz; Siguiendo tus pasos, Madres Unidas y Fuertes y Una Nación Buscándote, de Baja California; y Hasta Encontrarte, de Guanajuato.

Serán adoptados siete árboles en espacios públicos, uno en cada una de las ciudades que participan: Ensenada, Irapuato, Mexicali, Pénjamo, Silao, Tijuana y Veracruz. Cuatro se renombrarán como Árboles de la Esperanza y tres como Árboles de la Memoria.

“Esta reunión de árboles en espacios públicos es lo que llamamos ‘El Bosque de la Esperanza’, un memorial para nuestros tesoros que es virtual y físico, cuyas memorias son gestionadas por nosotras, y que es descentralizado, disperso y accesible.

“Los árboles son espacios de consuelo a dónde recordamos a nuestras personas desaparecidas, son espacios desde donde denunciamos exigencias a gobernantes, son espacios desde donde construimos solidaridades entre nosotras y las comunidades que habitamos, así como con víctimas de otras violencias en lugares más lejanos”, expusieron.

Pidieron a las ciudadanías en todo el país acercarse a conocer el Bosque, sus árboles y los listones que les cuelgan, cada uno para un ser querido que sufrió desaparición.

“Creemos que al compartir nuestras memorias de esta manera, construiremos más y mejores caminos para encontrar a nuestros tesoros. Ayúdenos a cuidar y a vigilar a los árboles de nuestro Bosque: si viven o trabajan cerca de uno, por favor ámenlo, protéjanlo y déjenos saber si alguien ataca las memorias de nuestros seres queridos. Pronto lanzaremos un fondeo colectivo para buscar garantías de que el Bosque sea un memorial que proteja las autonomías de nuestros Árboles y también para generar vínculos más estrechos entre nuestras familias y colectivas con nuestras comunidades cercanas y lejanas.

“Invitamos a los demás colectivos de búsqueda de personas desaparecidas a que se sientan bienvenidas a este Bosque, pues nos pertenece a todas. Juntas, podemos hacer que haya árboles en los rincones del país donde sean necesitados y que así las memorias que guarda nuestro Bosque se siembren por todo México.

“Les avisamos a los gobernantes del Estado mexicano en sus tres niveles de gobierno que a partir de hoy, ni estos Árboles —ni quienes las adoptamos— estamos solas: nos reunimos en este gran Bosque de memorias y esperanzas. Les exigimos proteger estos ejercicios de nuestro derecho a la memoria y a nuestros derechos a la libre manifestación de ideas, a la libre asociación y a la libertad de expresión.

“Si ya fallaron en sus responsabilidades de proteger nuestros tesoros, demandamos que detengan las desapariciones, exigimos que no fallen proteger sus memorias, mucho menos que los violenten. ¡Si atacan al árbol de una, atacan al bosque de todas nosotras!”, sentenciaron.