Dante, la soberbia

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Por Omar Zúñiga

Luego de la reciente desbandada en el PRI, el liderazgo de Alejandro Amlito Moreno, en el tricolor queda mucho más menguado, aunque parezca una perogrullada hay que decirlo, pues ahora tiene la misma fuerza que un tehuacán sin gas, y así llega a la mesa de negociaciones de la también menguada alianza, hoy llamado Frente Amplio por México, (cuyo logotipo se asemeja más a la bandera de Venezuela… que la misma bandera de Venezuela, pero bueno).

De hecho de ahí vino la desbandada tricolor, pues si bien Javier  Duarte arremete contra Osorio Chong, acusándolo de traidor y exigiéndole que devuelva la senaduría al PRI, lo que es cierto es que ni con esta posición de vuelta al tricolor las cosas podrían resolverse. El daño está hecho.

No es cosa menor para ningún partido que cuatro senadores de la República renuncien a la militancia del instituto que los llevó a esa posición, que en este caso son dos por mayoría y dos pluris.

En este contexto, todos tildan a Dante Delgado, mandamás de Movimiento Ciudadano como un loco y excéntrico soberbio, a quien no le da la gana sentarse a negociar con PAN PRI y PRD, porque lo ven como un partido pequeño y se pasan atacándolo, con una guerra de lodo, buscando que el jarocho reaccione y acceda a las pretensiones del Frente.

Para poner las cosas en perspectiva, luego de la reciente elección en Estado de México y Durango, la recomposición política del país cambió drásticamente (tampoco es un secreto), sin embargo veamos las cosas de esta manera.

El PAN gobierna cinco estados: Chihuahua, Yucatán, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, es decir el Bajío, cuya suma hace, en números redondos 16.3 millones de gobernados, cuyo porcentaje corresponde a 1.9 por ciento del total de la población mexicana.

El PRI por su parte, se queda con dos: Durango y Coahuila (luego de haber entregado Edomex, ya veremos cuál fue el precio) y gobierna 4.9 millones de personas, con el 3.9 por ciento.

El PRD, pues nada; para más, el PVEM, con San Luis Potosí, gobierna 2.8 millones de personas, es decir, 2.2 por ciento, con el Pollo al frente.

Sin embargo Movimiento Ciudadano, con Jalisco y Nuevo León, gobierna a 14.3 millones de personas, cuyo porcentaje asciende a 11.4 por ciento de la población total del país, es decir,  sólo 1.5 por ciento menos que el PAN, que es el partido que encabeza el ranking de la oposición.

El PRI se encuentra más cerca del PVEM en su cuarto lugar y sólo Amlito no lo quiere ver.

Y las cosas quedan así:

PAN 12.9 %

MC 11.4 %

PRI 3.9 %

PVEM 2.2 %

Estos son los números y ellos no mienten.

Por otra parte, en este espacio le adelantamos que en septiembre próximo, con la entrada en vigor del periodo ordinario, los senadores Claudia Ruiz Massieu y Damián Zepeda del PRI y PAN, respectivamente, renunciarían a sus partidos y se sumarían a la bancada de MC, con lo que el tricolor pasaría a ser la cuarta fuerza política en la Cámara Alta y MC la tercera…, pues la renuncia de los cuatro senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Nuvia Mayorga y la misma Claudia, deja a la bancada del PRI en el Senado con nueve legisladores y en automático es desplazado por Movimiento Ciudadano, independientemente de que Ruiz Massieu y Zepeda se puedan incorporar a las filas naranjas.

Ahora deberá dejar las vicepresidencias que tenía y cederlas a Clemente Castañeda y el naranja naranja.

Esto deja al PRI más cerca del PT, que tiene seis senadores.

En resumen, el PRI ahora es un partido de cuarta… fuerza electoral y política.

Los agoreros del desastre prevén su desaparición inminente, pues no ven ni pies ni cabeza (ni ganas de solucionar), sino un instituto político que ha sido secuestrado por un grupúsculo que se apoderó de él para convertirlo en un patiño del partido en el poder, ahora será partido de cuarta… ¿transformación? , entonces todo tendría sentido.

Esa, estimado lector, es la soberbia y locura de Dante Delgado, el saberse que tiene todos los elementos para poder negociar un verdadera alianza opositora, que le haga frente al presidente López Obrador y a Morena, no que se preste a legitimarlos y servirles de comparsa.

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano2020@gmail.com