Por Ruby Soriano
El alud ciudadano que ayer se apreció en el zócalo capitalino de la Ciudad de México es un referente que envía al Presidente Andrés Manuel López Obrador varios mensajes de los mexicanos.
El primero de ellos y el más importante es que está consolidado un frente de defensa ciudadana ante el intento de arrebatarle soberanía al Instituto Nacional Electoral.
Al mandatario también le debe quedar claro que en esta marcha no sólo hubo militantes de la oposición, se hicieron presentes verdaderos ciudadanos que con sus votos lo hicieron ganar la presidencia de México y que hoy están hartos de los actos autócratas que han consolidado lo que para AMLO es la llamada 4ta Transformación.
A pesar de los intentos que alfiles presidenciales entre ellas la jefa del gobierno capitalino Claudia Sheinbaum hicieron para desplegar propaganda negra en las calles céntricas de la capital mexicana, donde se colocó la imagen del recién condenado Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, la marcha siguió adelante con una defensa férrea del objetivo central que fue mantener la autonomía del voto en el país.
A pesar de muchos boquetes en la oposición y una sociedad civil a la que en México le cuesta participar, se logró una masiva asistencia que superó el medio millón de personas congregadas en el zócalo del país.
Este frente ciudadano debe mantener su fortaleza para sumar no sólo el rechazo político hacia el mandato presidencial. Tiene que mostrar la solidez, apertura y consensos para que más mexicanos expresen el rechazo hacia los intentos de un gobierno que es alérgico a las democracias.
El país vive un serio retroceso disfrazado de un exacerbado populismo que intenta retroceder al país no sólo en materia política, sino en lo más grave y riesgoso: El poder que le da a un pueblo la democracia.
La corrupción tiene en jaque a una figura como la de López Obrador, que, si bien goza de esa aprobación de parte de la población menos favorecida, sabe que los casos de corrupción, negocios ilícitos e innombrables alcanzan no sólo a sus colaboradores más cercanos, sino a los integrantes de su primer círculo familiar.
La gente en México se volverá a volcar en las calles, de un bando o de otro, pero hay que decirlo, cada frente no desistirá en la defensa de esos intereses que por un lado son de estado y del otro, son resultado de décadas de lucha para la lograr el respeto, autonomía y derecho a votar por quien elijamos, en condiciones que nos garanticen transiciones pacíficas y alternancia en el ejercicio del poder.
@rubysoriano @alquimiapoder