Nezahualcóyotl, el poeta
Por Leticia Perlasca Núñez
Nezahualcóyotl nació un 4 de febrero del año 1402, en Texcoco. Hoy lo recordamos también como un poeta mexicano que fue además un monarca.
Su nombre proviene del náhuatl Nezahual cóyotl «coyote que ayuna». Era hijo del sexto señor de los chichimecas, Ixtlilxochitl, cuyo nombre significa ‘flor oscura’ (īxtlīl- ‘oscuro, negro’, xōchitl ‘flor’) señor de la ciudad de Texcoco, y de la princesa mexica Matlalcihuatzin, hija del tlatoani azteca Huitzilíhuitl, segundo señor de Tenochtitlan.
Desde su infancia y durante su adolescencia, Nezahualcóyotl recibió una educación muy completa correspondiente a su linaje. Estudió primero en el palacio con tutores designados por su padre, y más tarde en el calmécac, escuela de estudios superiores donde asistían los jóvenes de las clases privilegiadas y gobernantes. De esta forma aprendió la escritura, los ritos y tradiciones ancestrales de sus antepasados chichimecas-toltecas, la historia, las enseñanzas y las doctrinas heredadas por los mexicas y acolhuacanos venidos del norte y las artes de la guerra y la política, que lo prepararía para gobernar a su pueblo.
Luego de presenciar el asesinato de su padre, Netzahualcóyotl, de apenas 16 años, logró escapar y huyó.Antes había pedido a sus partidarios que cesaran la resistencia y que, por el momento, se sometieran a la tiranía de Tezozómoc, mientras él buscaba el apoyo de otros pueblos y encontraba el modo de liberarlos.
Es hasta 1420 cuando concluye un periodo errante, y Netzahualcóyotl puede continuar con su educación y adiestramiento militar, lo cual le permitió convertirse rápidamente en un guerrero; de igual modo cultivó su vocación por las artes y las ciencias.
La muerte de Nezahualcóyotl es incierta, ningún historiador ha podido asegurar hasta el día de hoy qué originó su muerte, pero sucedió en junio de 1472. Con tal hecho, sube al trono su hijo Nezahualpilli, quien gobernó la ciudad hasta el año 1516, continuando la política expansiva emprendida por su antecesor. El gobierno de Nezahualcóyotl no sólo representó un modelo de gobierno y administración, el rey también emprendió extraordinarios proyectos de construcción y arquitectura en Texcoco y Tenochtitlan.
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