En medio del caos y un total desorden, la marcha de acarreados que se organizó el gobernador de Puebla Miguel Barbosa Huerta se llevó a cabo este domingo 4 de diciembre.
Desde muy temprano, centenares de acarreados llegaron el Paseo Bravo para marchar “en defensa de la 4t”. Según el conteo oficial, se congregaron alrededor de 100 mil personas de diferentes partes del estado que llegaron en decenas de camiones.
Marcharon funcionarios de los gobiernos estatal y municipales, así como legisladores y políticos que hasta hace poco estaban en el PRI, como los marinistas Alejandro Armenta, hoy presidente de la mesa directiva del Senado, y Leobardo Soto, secretario general de la CTM Puebla.
Por su condición física –tiene amputada una pierna-, Barbosa avanzó en una silla de ruedas empujada por su esposa, que junto a sus dos hijos, fueron flaqueados todo el tiempo por “guaruras” que obstaculizaron el trabajo de la prensa, empujando, jaloneando y amenazando a los reporteros y reporteras durante el recorrido.
Pese a la evidencia de las agresiones registradas en videos transmitidos en vivo, Miguel Barbosa aseguró que su marcha estuvo “libre de violencia”.
Sin embargo, asociaciones de protección a periodistas condenaron la violencia y exigieron sancionar a los responsables.
“Condenamos la violencia física ejercida contra periodistas y fotoperiodistas durante una marcha partidista en Puebla, exigimos a Morena y a su dirigente nacional Mario Delgado investigar y sancionar a la militancia que impidió el ejercicio de la libertad de expresión”, acusó la Red Puebla de Periodistas en Twitter.
Tras la marcha, los acarreados se dirigieron a la zona de Analco, en donde los esperaban los camiones que los regresarían a sus lugares de origen.