Por Francisco Reséndiz
Nadie en la oposición quiere enfrentar en solitario al presidente López Obrador en los comicios 2023, donde se disputarán Coahuila y el Estado de México, y en los de 2024, en los que además de elegir al Presidente y renovar el Congreso de la Unión se votará por ocho gobernadores y un nuevo jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
El golpe de Alejandro Moreno a la Alianza Va Por México, y el apoyo de dos de los senadores perredistas a la extensión del apoyo de las Fuerzas Armadas a la Guardia Nacional hasta 2028 hirió de muerte la relación de confianza, pragmática, que habían construido las cúpulas del PRI, del PAN y del PRD en busca de derrotar a Morena en 2024.
Pero hoy las cosas se comienzan a asentar. Las dirigencias nacionales de los tres partidos saben que por si solos no tienen la más remota posibilidad de arrebatarle la Presidencia de la República a la 4T. Si bien no hay confianza entre ellos, se la han perdido mutuamente, no son tontos y de entrada han dejado en libertad a las dirigencias estatales para construir alianzas entre ellos.
En los liderazgos del PAN y del PRD coinciden en que sólo habrá alianza opositora en 2024 si haya nuevos interlocutores, válidos para ellos, que logre hacer caminar la alianza sobre dos ejes: la sociedad civil y la construcción de un gobierno de coalición que garantice un nuevo pacto político en el país.
“Todo sigue sin una definición clara. Hay luz verde para que los estatales sigan platicando y ahí ir viendo posibilidades de acuerdos y alianzas. Si en los estados quieren caminar en alianza con los tres partidos con o sin Alito están en posibilidad de hacerlo, ya que si en el PRI necesitan la firma de Alito, pues ellos que lo resuelvan”, advierte un líder nacional.
Otro ataja: “No nos vamos a sentar a firmar nada con Alito, la confianza ya se rompió, la confianza personal. Esperemos que haya nuevos interlocutores de todos los bandos. Lo deseable es ir a una alianza ciudadana, donde la sociedad sea clave con propuestas e iniciativas y ayuden a fortalecer un programa de gobierno común y así ampliar el abanico de posibles candidaturas”.
Hay tres temas clave en el pacto inicial entre PRI, PAN y PRD: la reforma energética que frenaron, la militarización que avanzó con el apoyo de un PRI dividido y algunos legisladores del PRD, y la reforma electoral en donde está claro que no permitirán que se toque al INE; “ahorita estamos abiertos a todos”, coinciden. No son tontos pues.
BATALLA MEXIQUENSE
Desde tierras mexiquenses nos comentan que las aspirantes a la candidatura del PRI para la renovación de la gubernatura en el 2023 tienen la vela prendida hasta que regrese de Roma el gobernador Alfredo del Mazo, quien después de consultar lo necesario seguramente tomará una decisión final entre Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Laura Barrera. Por el PAN, Enrique Vargas sigue empujando y por el PRD, Omar Ortega incrementa su activismo.
Nos hacen ver que los tiempos que maneja el PRI mexiquense son claros. Después de aprobada en el Congreso local la Ley de Gobiernos de Coalición tendrá que registrar a finales de este mes -ante los órganos electorales- el género con el que competirá el próximo año.
En paralelo, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Eric Sevilla, busca la autorización de Alito para construir los detalles finos de la alianza con el PAN y PRD, que incluye la candidatura y el convenio en el reparto de posiciones en el Ejecutivo Estatal. A finales de noviembre se perfilará la candidatura de la alianza.
INVITACIÓN
Bien valdría la pena voltear a ver la iniciativa de Grupo Caliente a favor de organizaciones de la sociedad civil. Ayer, el Fondo para la paz y Caliente Ayuda, el brazo de social de esa empresa, presentaron el evento “Noches de Casino” a fin de recabar fondos para el apoyo al desarrollo de comunidades rurales, de población indígena, que viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
Con este evento se pretende reunir donativos para impulsar proyectos participativos, sostenibles e incluyentes en diversas regiones del país con alta marginación y pobreza. “Noches de Casino” consiste en abrir las instalaciones de Caliente para que las personas que ingresen pague un boleto y toda la taquilla vaya a la agrupación civil.
“Noches de Casino” para el fondo para la Paz se realizará el próximo 14 de abril, a partir de las 8 pm, en la sucursal Tecamachalco de Grupo Caliente. El costo de cada boleto será de mil pesos -que se pueden comprar a través de Fondo para La Paz o en el mismo establecimiento- y cada asistente recibirá una tarjeta de 500 pesos que podrán usar para divertirse.