Andan en las maromas
Por Javier Solórzano Zinser
Si de por sí se ve remoto que Va por México pueda ser un opositor fuerte para Morena y el Presidente, como están las cosas es obvio que todo se ve a contracorriente y hasta lejano.
El PRI está jugando el mismo papel que en muchas ocasiones pactó estando en el poder. El tricolor ofrecía y presionaba aprovechando la vendimia bajo la que se mueve más de algún partido de oposición. Con tal de obtener beneficios y no perder el registro algunos partidos son capaces de lo que sea. El Verde es la prueba de esto y más como se ha visto en los últimos años.
El presidente del tricolor se sumó a las negociaciones en donde con tal de sobrevivir le entró a las maromas. El tricolor pasó de ser el partidazo a convertirse en cualquier partido de oposición con tal de sobrevivir y evitarse problemas, los cuales está visto que son de riesgo.
Optó por cubrirse las espaldas y para ello presentó una propuesta que se sabía por principio que pondría en riesgo la alianza con PAN y PRD. No hay manera de que no supieran las consecuencias de lo que estaban haciendo, negociaron y le hicieron la tarea en el momento indicado a quienes necesitaban el apoyo a sabiendas de que había recompensa.
Todas las explicaciones que se han dado por parte del PRI se llenan de lugares comunes. El proyecto presentado para justificar el por qué los militares tendrían que regresar a los cuarteles hasta 2028 está carente de datos, investigación y análisis, es un documento de tres cuartillas.
Al final presumimos que lo que se quería era apoyar y lanzar un gran guiño al Presidente en sus proyectos de militarización. Detrás de la propuesta no hay bases que pudieran explicar si con la decisión que ya tomó la Cámara de Diputados, veremos qué pasa en el Senado, sin que existan certezas de que a partir de ello pudieran abrirse nuevos caminos para que cambien las cosas en uno de los problemas más lacerantes y dolorosos que es la violencia y la inseguridad.
No hay evidencia de que con los militares en las calles hasta el 2028 vaya a cambiar la dinámica de la delincuencia organizada. Hemos visto y vivido en los últimos 15 años cómo con los militares en las calles seguimos con pocos cambios e incluso cómo en algunos estados se ha incrementado la violencia. La paradoja es que, en estados como Sonora, gobernado por quien era el encargado de la seguridad, se está pasando por una crisis de la cual no se puede salir por más explicaciones que se ofrezcan.
Lo que quería el PRI era “ayudarle” al Presidente con el objetivo de que el líder del tricolor pudiera desmarcarse de los muchos asuntos que lo rodean y qué mejor hacerlo en uno de los temas que son de primera importancia para el mandatario como es el de la militarización y la integración de la Guardia Nacional a la Sedena.
En las explicaciones del PRI sobre sus motivos se ha negado que sea una cosa por otra, por ello adquieren relevancia los argumentos de la diputada de Morena por Puebla, Inés Parra Juárez, quien rechazó la propuesta con argumentos de peso tanto por el sentido que adquiere la militarización como por la negociación que se hizo con el PRI. Se podrá negar todo esto, pero los escenarios respecto a las acusaciones a Alito pasaron a segundo plano.
Lo que viene es impredecible, porque queda claro que sin alianza el problema no sólo será perder de nuevo la Presidencia, sino lo que pueda pasar en todo el país pasando por el Congreso.
El PRI ha defendido su decisión ante sus aliados e incluso habla de que se puede mantener la alianza; sin embargo, el PAN ya se hizo a un lado mientras Alito sea el presidente del tricolor y andan tratando de acercarse a MC; andan en las maromas.
RESQUICIOS
La propuesta de paz en el mundo del Presidente encontró en Ucrania la primera crítica. En función de lo que planteó era necesario consultar con los involucrados y plantearlo en la Asamblea General de la ONU; probablemente la propuesta no pase del viernes más allá de sus intenciones.