Edomex, casi todas las canicas
Por Javier Solórzano Zinser
Son muchas las razones por las cuales la elección en Edomex son de capital importancia. A pesar de que en el pasado proceso electoral el PRI se llevó la gubernatura, Morena ya surgía como un influyente contendiente.
Delfina Gómez fue la candidata derrotada en una elección cargada de reclamos que al final no cambiaron el resultado, el PRI no perdió uno de sus bastiones estratégicos e históricos.
La maestra, después de un muy criticado paso por la SEP, será de nuevo la candidata de Morena a la gubernatura. En la singular encuesta del partido resultó ganadora sin que nadie de los participantes se opusiera. Da la impresión de que pasara lo que pasara Delfina tenía por encima de todo el visto bueno del inquilino de Palacio Nacional.
El Presidente ya dio a conocer el perfil de su sustituta en la SEP. Poco ha importado la gestión de la maestra, porque seguimos bajo la máxima del 90% de lealtad y 10% de capacidad como si estos dos factores estuvieran peleándose entre sí y no pudieran ser un todo.
Con la decisión que está tomando López Obrador se está mandando un mensaje de la “importancia” que le concede su gobierno a la educación. Designó en el cargo a una mujer que no le dio la suficiente importancia a sus responsabilidades al frente de la educación del país, a la vez que le ha reducido de manera inquietante el presupuesto de la SEP.
Quien llegue a la Secretaría tendría que hacer valer el cargo, no solamente por los grandes personajes de la vida del país que la han encabezado como una forma de honrarles, sino, sobre todo, por el valor de la educación y por el gran rezago que cargan millones de estudiantes, el cual urge revertir.
La elección en el Edomex es de pronóstico reservado. No necesariamente va a definir el 2024, pero le va a dar a Morena o Va por México, en caso de que esta coalición mantenga la alianza, una capacidad de maniobra importante. Si la alianza PRI, PAN y PRD se mantiene y llegan a un acuerdo para tener a un candidato o candidata las posibilidades de triunfo se fortalecen. El destape panista de la semana pasada, independientemente de querer hacer ruido ante la candidatura de Delfina Gómez, puede ser sinónimo de rompimientos.
Edomex es por muchos motivos emblemático. Ha sido priista de siempre, es el bastión más importante del PRI y ha significado una fuerza política de alcance nacional.
Perder Edomex para el tricolor puede significar otro elemento más en su sistemático deterioro. Una victoria podría sacudirlo y sacarlo del marasmo en que se encuentra, el PAN quiere la candidatura, pero pareciera que lo que abriría posibilidades de triunfo sería que la candidata fuera del PRI.
La importancia de que se mantenga la alianza significa que es la mejor manera de poder enfrentar a una candidata que por más cuestionada que esté tiene un peso real en el estado.
A Delfina Gómez se le ve cercana a la gente, poco importan los escándalos. Para los ciudadanos quizá no hay registro de lo que ha hecho, la ven como una más de ellos y ellas y eso es lo que les importa.
López Obrador sabe lo que puede significar un triunfo en el Edomex. No solamente es un estado que puede fortalecer su proyecto en función de lo que viene, también es terminar con el PRI y su pasado del cual es parte.
Delfina Gómez ha sido señalada por una serie de abusos en Texcoco por los cuales se responsabilizó a Morena, lo cual no la exime de lo que hizo. Ella tomó la decisión de bajar los salarios de los trabajadores para ser utilizados por el partido y en su campaña.
Morena y Va por México saben que se juegan si no todas las canicas, sí una buena parte de ellas.
RESQUICIOS
El aeropuerto de la Ciudad de México es una pesadilla. Todo resulta adverso; es mala la atención; difícilmente los vuelos salen a tiempo; los baños están desatendidos; los olores desagradables, se ve y está deteriorado, la entrega de maletas tarda mucho tiempo y es la primera cara del país para quienes vienen del extranjero.