La Iglesia nuestra

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Por Rafael Arias Hernández

La memoria histórica resguarda, innumerables ejemplos, de las múltiples formas en las que las sociedades han recibido y reciben la influencia, participación y dominación, de la Iglesia Católica. Más allá de los aspectos religiosos que le caracterizan y definen, hay que tener siempre presente las formas en las que esta formación religiosa, se relaciona con la población en su diario acontecer y en sus perspectivas de evolución.

Esta importante y en sus momentos determinante institución, ha estado presente y actuante siempre, desde los orígenes, hasta las diferentes etapas de desarrollo de nuestro país. De ahí que no debe extrañar su contribución y participación, sobre todo en la actualidad, que es y será definida como época o periodo de consolidación y fortalecimiento de los derechos humanos; la evolución y presencia del estado y sus formas de gobierno; el desarrollo tecnológico y de alcances de la comunicación; la democratización y apertura institucional; y el crecimiento y avance de formas de participación ciudadana y social.

Lo que hoy se pretende destacar, es esa indiscutible presencia e influencia, tanto en el desarrollo individual como social, sobre todo ante indiscutible crisis de credibilidad y confianza de gobernantes irresponsables, incapaces y oportunistas que solo aspiran y detentan el poder para su beneficio personal, familiar y de grupo; gobernantes y políticos de ocupación, que ante sus discursos, compromisos y obligaciones quedan callados, o niegan, distorsionan y ocultan los daños y perjuicios, que su presencia o ausencia ocasionan. Personajes e intereses que forman y deforman actividades e instituciones, hasta convertirlas en la negación misma de lo que se supone de ser y hacer, como es el caso de los partidos políticos que, excepciones aparte, se dedican al espectáculo, la distracción y el entretenimiento de la opinión pública, y hasta se convierten en obstáculo y manipulación de la participación individual y colectiva.

En este contexto, es de reconocerse y apreciar, la dedicación y el trabajo de organizaciones, instituciones y, en general, de quienes contribuyen a identificar, cuáles son los esfuerzos existentes y persistentes de movilización, organización y participación social, empezando por precisar, conocer y reconocer reclamos, inconformidades y protestas presentes, que exigen y tienen todo el derecho de ser atendidas y resueltas.

Así. La Iglesia Católica, como otras instituciones, ha sido y es testigo y porta voz de las aspiraciones y reclamos de la población, frente a la realidad real y no la ideal, o la figurada, justificada y ajustada a las conveniencias y propósitos del discurso político tradicional.

Por encima y a pesar de penosos casos, en los que el silencio y   complicidad son descubiertos y condenados. Se puede asegurar que hoy la Iglesia Católica y sus integrantes en general, se identifican con víctimas, afectados, sacrificados e inconformes, por padecer situaciones injustas y exclusiones indebidas; esos mismos que constituyen las llamadas mayorías, que siguen caracterizándose por padecer, limitaciones y fracasos de innumerables políticas gubernamentales. Y además de la amplia y comprobable identificación y motivación social, también es importante mencionar otros dos aspectos importantes, en donde se hace presente: en la formación de espacios de dialogo y debate; y, en el estudio especializado y académico, siempre abierto a la o las disciplinas relacionadas.

Mucho que decir, comentar y debatir al respecto, pero lo que hoy se debe resaltar y reconocer es ese esfuerzo, en el que existen innumerables aportaciones, como la más reciente denominada Jornada para la Paz en México, que simplemente muestra alcances y expresiones de la creciente preocupación por lograr mejores niveles de seguridad, estabilidad y paz social, indispensables ´para el pleno ejercicio de libertades y derechos, así como la disminución y anulación de los nocivos efectos de la injusticia y desigualdad crecientes.

En breve conclusión, es importante empezar por reconocer, que la Iglesia Católica esta llamada a ser un factor importante en la formación y presencia, de las expresiones ciudadanas y sociales de hoy y del futuro próximo. Simplemente porque su contribución e influencia, entre los mexicanos, sigue siendo significativa, pertinente y activa.

NO ES NORMAL….

En este contexto, vale la pena mencionar otro tipo de trabajo y aportación al desarrollo social. Este es el relacionado con la reconocida escritora y periodista Viri Ríos, quien desde hace años a publicado numerosos artículos sobre diversos aspectos, relacionados con esa anhelada paz, seguridad y estabilidad públicas, integrando algunos de ellos, en el ahora reconocido libro: No es normal, El juego oculto que alimenta la desigualdad mexicana y cómo cambiarlo.

En la promoción de su libro, Viri escribió que “en México tiene un ferviente deseo de crecer para todos. Sin embargo, no tenemos el país que queremos. Tenemos un abismo entre los sueños, deseos y valores del mexicano promedio y la forma cotidiana en la que vivimos…No es normal, analiza qué crea este abismo, y propone formas concretas para eliminarlo…Este texto es el producto de años de investigación, enseñanza y trabajo de campo. Tengo 15 años estudiando a México de tiempo completo como académica, especialista en política pública y periodista”. (El País, 31 de octubre 2021)

Interesante publicación basada en diversos artículos que se ocupan de la desigualdad e injusticia; la falta o deformidad de un sistema de competitividad; la distorsionada  política fiscal y su manipulable gasto público; la poca o  mala atención de necesidades sociales prioritarias; el debilitado, violentado e incompleto Estado de Derecho; la falta de oportunidades y muchas otras consideraciones, de los defectos y desventajas del sistema y ambiente mexicano, que impide o limita un mejor desarrollo económico y social.

En fin, este y otros temas similares son parte de la agenda de estudio y análisis, diálogo y debate de nuestros días. Hay que propiciar y fomentar, contribuir y participar en el libre intercambio de ideas y conocimientos.

Académico.IIESESUV

@RafaelAriasH

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